TodoMonteria

 

Ilusionante, sería la palabra con la que describir la temporada que un año más nos preparan Paco Berjano y Hugo Larrubia en la sierra de Huelva.

Al parque de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche se desplazaba días atrás el equipo de Todomonteria.com , para comprobar in situ, el estado de algunas de las manchas que el CD Monteros de Encinasola oferta como cada año en su calendario.

Durante la mañana, y con los albores del día, tras aprovisionarnos de agua, comenzamos con la rutina de esta organización cargando el vehículo de grano, y comenzamos la incursión por la bonita finca de Los Picorotos. Allí alguna cierva curiosa veía como sorprendíamos a las perdices en el camino que lo abandonaban “volando”, nunca mejor dicho.

Paco no dudó a la hora de mostrarnos los secretos y dejarnos entrar en lo más íntimo de una orgánica, que es la ubicación de los comederos para el sustento de las reses y cochinos, y fuimos recorriéndolos uno por uno, sirviéndonos  la ocasión para aportar pacas de alfalfa, maíz y trigo para venados y jabalíes.

Estos últimos fueron sorprendidos en uno de ellos, pudiendo ser captados por los móviles, que hoy, son testigos de todo cuanto acontece. Un par de cochinas con sus crías ponían tierra de por medio debido a nuestra presencia, y corroboraban lo que ya de antemano veníamos sospechando: la mancha se encuentra realmente sopada de cochinos.

Comederos abollados, el terreno trillado sin una gota de pasto, todo “polvillo”, y huellas por doquier nos habían hecho imaginarnos lo que ahora nuestros ojos comprobaban. Hay cochinos y muchos. Una zorra nos despedía cuando, sobre el mediodía, dejábamos el campo para tomar un refrigerio en el Hotel del pueblo.

Tras permanecer las horas de justicia al amparo del aire acondicionado, ahora acompañamos a Hugo en un paseo de tarde por El Campillo, otro de sus Santuarios Cinegéticos.

Son estas últimas horas del día en las que las reses pierden la timidez, y empujados por satisfacer sus necesidades primordiales, acuden a los puntos de agua donde refrescan gargantas y alivian picores.

Así, de nuevo, sorprendimos al “siestas” en su cama, un venado de gran porte que a buen seguro dará una satisfacción a algún montero, y buscamos otro par de ellos que andan localizados que aseguran si se cogen dentro de la montería, habrá que tirar de cinta de nuevo.

Gran cantidad de ciervas, varetos y venados de primera cuerna, se iban escondiendo del sonoro 4×4 a nuestro paso, y apenas daban tiempo a disparar algunas instantáneas a medida que la tarde transcurría. La diversión estaba asegurada, y ya entre dos luces, pudimos observar la preciosa estampa de un venado en el viso, o de un magnífico cochino, que severo y desafiante, se nos cuadraba al pie de un fontanal, siendo inútil ya la utilización de la réflex debido a la distancia y la poca luz.

La vuelta a casa se hizo rápida entre recuerdos e ilusiones, viendo el magnífico estado en el que se encuentran estas dos fincas, en las que se disfrutará a buen seguro de unas muy entretenidas jornadas de caza, donde no faltaran, ni reses, ni amigos.

La temporada para Monteros de Encinasola promete ser muy divertida, y para ello la organización se está empleando a fondo día tras día en un trabajo poco gratificante debido a las elevadísimas temperaturas que estamos viviendo este verano,  y nada reconocido. Pero esto también es montería.

Enhorabuena y a esperar resultados.

Texto: Carlos Casilda Sánchez.