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Roma se prepara para matar jabalíes, contra una plaga que expande la peste porcina. La capital italiana establece la «zona roja» de presencia de suidos y estudia los métodos para su caza.

Detección de tres nuevos casos de peste.

La detección de tres nuevos casos de virus de la peste porcina -la segunda semana de mayo- en ejemplares de jabalíes que merodeaban por las calles de Roma ha obligado a las autoridades italianas a reforzar las medidas de control sobre las poblaciones de este animal salvaje cada vez más habitual en zonas urbanas. 

Los jabalíes dejaron de ser, hace años, una anécdota faunística en la capital italiana -como en muchas urbes también en España-para convertirse en un problema de salubridad (dispersión de basura), orden público (riesgo para viandantes y seguridad vial). Además, ahora, estos animales habituados a convivir con el asfalto están expandiendo una enfermedad vírica que pone en riesgo el sector porcino en su conjunto.

‘Zona roja’ y exterminio de animales.

La mesa interinstitucional creada para tratar de solucionar el problema ha autorizado -en una reunión celebrada en Roma el lunes 16 de mayo- al comisionado extraordinario para la emergencia de la peste porcina del municipio de Roma, Angelo Ferrari, la firma de una ordenanza especial para delimitar la «zona roja» (prácticamente todo el centro de la capital) en la que se debe evitar la presencia de jabalíes y un plan de eliminación de estos animales en áreas conflictivas. 

En las próximas semanas, Angelo Ferrari deberá aprobar los métodos de caza, períodos y condiciones para ejecutar a los jabalíes que se consideran sobrantes. No se conocen por el momento datos sobre localizaciones y número de animales que deberían ser sacrificados, pero podrían ser centenares. 

Ordenanza especial. 

Las capturas se iniciarán, según indica la ordenanza especial, 30 días después de la aprobación de las normas de caza; manteniendo los controles para evitar «matanzas indiscriminadas y descontroladas». 

La subsecretaria de Salud, Andrea Costa, resumió los resultados de la reunión en estos términos: «Hoy damos un paso importante, se ha firmado la orden del comisionado que identifica las áreas, los límites y la normativa necesaria. Para la gestión de la emergencia es necesario el compartir y la contribución de todos los organismos involucrados». Posteriormente,  «el prefecto o su delegado tendrán la tarea de identificar una serie de actividades y un plan que también prevea la reducción de la presencia de ungulados fuera de la zona roja”, indicó Andrea Costa.