Después de analizar y resumir las temporadas de dos organizaciones punteras en fincas cercadas y otra líder en el sector de monterías en abierto, saltamos a otro grupo que lleva ya muchos años cazando infinidad de fincas en abierto, y concretamente en Extremadura. Hablamos de Monteros de Sopetrán, organización que en los dos últimos años ha quedado en manos de Antonio Pavón y ha logrado algunos resultados realmente increíbles.
A diferencia de la temporada pasada, Pavón decidió comenzar el calendario de su grupo el primer fin de semana de la temporada, lo hacía además en una finca nueva para ellos: Sierras de Cíjara (Herrera del Duque), y concretamente en la mancha de Costeras y Castellón. Con un tiempo excepcional para el monteo y con el campo verde, el día resultó un éxito con más de sesenta reses entre venados y gamos y casi una veintena de cochinos, donde destacaba la calidad media de los gamos, un buen venado y un navajero. Ya en la jornada del día 12 de octubre, se saltó a las Villuercas para montear una mancha ya cazada por los “sopetranes” anteriormente. La umbría de Navalconejo arrojó unas cifras de cuarenta y tres venados, y siete cochinos, destacando dos ciervos y un buen jabalí de entre todo el plantel.
Ya hasta el final del décimo mes del año no reunió Antonio Pavón a sus monteros, y en esta ocasión lo hizo para cazar dos manchas bien distintas del Tajo Internacional y de la Sierra de San Pedro, se trataba de los riberos de Baldío Grande con protagonismo para las reses -treinta y nueve venados y cuatro cochinos se lograron para poco más de la treintena de puertas-, y la castiza finca de Coto Vera, donde los guarros fueron los que animaron la montería, logrando presentar una junta de tarde con treinta y seis jabalíes -habiendo tres buenos navajeros- y un solo venado, en una jornada que se contemplaba como opcional y fuera de calendario.
Fue el 8 de noviembre, sábado, la fecha elegida para continuar con el programa de cacerías de la organización extremeña, y se acudió a una finca que generalmente ha dado grandes alegrías al grupo, se cazaban Las Quebradas, en Cañamero, pero esta vez el resultado iba a estar por debajo de lo habitual: diecisiete venados, cinco gamos, sólo dos muflones y once cochinos se presentaron en el plantel final.
Mediado el segundo mes de la temporada, nueva reunión en Sierras de Cíjara, en una mancha fuera de calendario que resultó extraordinaria y que se cazó en colaboración con la peña Los Caparrotas (de Badajoz). Con cupo de dos reses por puesto, Solana de Cabezarrubia entregó las siguientes cifras:
41 venados (3 homologables)
17 gamos (2 homologables)
33 cochinos (9 navajeros)
Todo ello para un total de cincuenta y cinco puestos.
Al fin de semana siguiente, los días 22 y 23 de noviembre, el grupo de Pavón se enfrentaba a uno de los fines de semana más fuertes de su programa: Escudera, y Azuche. Dos escenarios bien distintos y distanciados en Extremadura, pero que no decepcionaron. El sábado el resultado dejó boquiabierto a más de uno, pues 105 venados y siete cochinos eran los mejores números de la historia del acotado, en el cual se colocaron cincuenta y ocho puestos. Ya en la jornada del domingo, y de nuevo en tierras del Cíjara, la sierra y las morras del Azuche ofrecieron otro gran día de montería donde se superaron las siete decenas de ciervos y se rozaron las cuatro decenas de cochinos, entre los que destacaron cinco navajeros. Llamó la atención la falta total de gamos, pero fueron números buenísimos para la primera de las dos monterías programadas en la finca.
En el último mes de 2014, Monteros de Sopetrán se dio cierto respiro y se programó únicamente el día de Cuadrillas de Arriba, mancha que el año anterior sorprendió por número y calidad, y en esta temporada volvió por sus fueros. Se montaron sesenta y seis puestos en la dehesa y los riberos de la finca, y tras una intensa mañana de muchas carreras y disparos se presentaron en la junta de carnes ochenta y siete venados -dos que se homologarían seguro- y poco más de una veintena de marranos.
El 2015 montero se estrenaba en el primer fin de semana que permitía el calendario, si bien es verdad que se hacía con dos citas fuera de programa. Solana de Navalconejo y Casarente (La Calderona) -tras tres años sin cazarse- prometían convertirse en dos divertidas monterías. El sábado los cochinos se hicieron bien presentes, y flojearon en número los venados, algo que no venía ocurriendo así en esta mancha en las últimas ocasiones que se cazó. No se llegó a los dos decenas de venaos, y fueron algo más de cuarenta los cochinos logrados. Algo similar ocurriría el domingo, si bien en este caso las previsiones de cochinos, si eran altas: veintidós venados, y sesenta y dos cochinos se juntaron en el plantel final.
El 24 y 25 de enero las monterías tendrían lugar en tierras de Almaraz –La Anguila– y de nuevo en Cíjara, para cazar la segunda de las manchas del Azuche. La primera de las fincas se descolgó el año pasado con un auténtico campanazo en cuanto a cochinos, siendo premiada por Todomontería.com como una de las monterías más destacadas del ciclo, y para no variar este año fue por los mismos derroteros: diez venados, y noventa y tres cochinos -con dieciocho navajeros- se dice pronto-, pero no son sencillos de lograr en finca abierta.
Monteros de Sopetrán continuaba su temporada de ensueño, y al día siguiente en Azuche la cosa tampoco iba a desentonar. Los gamos y los cochinos compartieron protagonismo, y los venados se quedaron algo fuera de lugar, pudiéndose observar por la tarde, y tras un intenso montear, un plantel de siete venados, treinta y siete gamos, y veintinueve cochinos (7 navajeros entre ellos).
Para finalizar enero, apareció entre las opciones de fuera de calendario la cita de Matos de Zaldívar -finca cercada-, el 31 de enero: cuarenta y tres venados y cinco cochinos. El domingo 8 de febrero, una montería pequeña como La Nava: once venados y dieciséis cochinos; y terminaban las opcionales con la montería de El Águila, sólo a cochinos, el 14 de febrero, lográndose cobrar diecisiete guarros.
Antes de las dos últimas jornadas descritas, y dentro del calendario del grupo, Antonio Pavón citaba a sus monteros en una finca ya conocida por el grupo, muy cerca de Guadalupe. Se echaban las manchas de Ballestero y Zorrera, de la preciosa finca que es El Dehesón, y la montería no iba a decepcionar desde luego. Casi sesenta capturas, con dos trofeos homologables, y repartidos en veintitrés ciervos, treinta y cinco jabalíes; dejaron un excepcional sabor de boca para cerrar el programa del grupo.
Como queda claro en estas líneas, la temporada de Monteros de Sopetrán vuelve a situar al grupo como uno de los mejores de España en lo que se refiere a excepcionales resultados en manchas abiertas. No es fácil superar el centenar de trofeos en este tipo de acocotados, y esto les ha ocurrido a los “sopetranes” hasta en cuatro ocasiones este año. A buen seguro Antonio Pavón recibirá nuevos reconocimientos a su labor, como ya llegaron en la temporada 2013-14, y seguros estamos en Todomontería.com que la temporada 2015-16 será igualmente satisfactoria para el grupo extremeño. Aquí lo contaremos.
F. J. L. M.
10 de marzo de 2015