Florentino Cortecero Gutierrez, conocido en el mundo de la montería como “Flores”, fue uno de los hombres más cabales y entrañables que ha dado la montería española de todos los tiempos.
Andujareño de pura cepa, Flores dedicó su vida a trabajar en la sierra desde la discreción y el anonimato para engrandecer el noble arte de la montería, siendo un hombre que con su simpatía y cariño conquistó el corazón y la amistad de todos cuanto tuvimos la suerte de conocerlo.
Con su sabiduría y su ejemplo supo transmitirnos como nadie esos valores de respeto, amistad y compañerismo que debe regir el comportamiento en el monte de cualquier persona que se precie, siendo por ello uno de los grandes maestros de sierra que ha existido y que existirá en nuestra piel de toro.
Porque lo que ha hecho Flores a lo largo de sus 87 años de vida no ha sido otra cosa que luchar y trabajar para hacer felices a todos los que hemos tenido la suerte de conocerle, sin presumir de nada ni exigir nada a cambio, desde la sencillez y la humildad. Y en este sentido, ¡que les voy a contar que ustedes no sepan!.
En esta modalidad tan nuestra y tan querida como la montería española Flores lo ha sido todo.
Guarda de fincas tan señeras como La Torrecilla o El Rapao, práctico de sierra, postor, guía, secretario, cocinero…, Flores conoce como pocos los entresijos de la montería y han sido muchas las generaciones de monteros y de hombres de campo que hemos aprendido de sus consejos y de su maestría en el monte.
Desde que Flores se vinculó al mundo de la montería han pasado más de 60 años, estando casi 30 de ellos vinculado a Monterías Cencerra, organización cinegética de gran prestigio donde Flores demostró todo su saber, una fidelidad absoluta, y un compromiso total con la empresa, siendo ejemplo de buen hacer para todos sus compañeros.
Todo ello le sirvió para recibir un cálido y emotivo reconocimiento el 7 de noviembre de 2008, fecha en la que más de un centenar de monteros, rehaleros y prácticos de sierra venidos de toda España se reunieron en el Hotel del Val de Andujar para darle un merecido homenaje, acto-sorpresa que dejó noqueado al bueno de Flores. Sin duda una de las noches más felices de su vida, al encontrarse rodeado de toda su familia y amigos. ¡Que feliz se encontraba y que rato tan bueno pasamos junto a él!. Noche montera por los cuatro costados.
Porque nombrar Flores es nombrar sierra y montería, amistad y compañerismo, respeto y lealtad.
Nombrar a Flores es nombrar Sierracaza y Monterías Cencerra…, trabajo, sacrificio y buen hacer.
Nombrar a Flores es nombrar Sierra Morena desde el calor de una lumbre mientras se avían unas migas sobre ascuas de encina o se coloca una armada y se guía una suelta de perros para disfrute de los monteros.
Y en eso radicó la grandeza de Flores, en hacer importante las pequeñas cosas de la vida. Por eso es tan respetado y tan querido por todos…, por la grandeza de su sencillez y porque ante todo y sobre todo Flores fue un hombre bueno, y eso se notaba nada más mirarlo a la cara.
Este ilustre serreño falleció en Andújar en septiembre de 2017 rodeado del cariño de los suyos y del respeto de todos. Sirvan estas letras como homenaje a una persona que nos marcó para siempre por su bondad, su cariño y su inmensa humanidad. Descansa en paz querido Flores. No romperá en la sierra otro catedrático como tu. Te queremos.
Emilio Jiménez. Todomonteria.com
