El partido animalista rechaza la medida de control poblacional de jabalíes en el parque del Príncipe y aboga por otras alternativas sin causar la muerte al animal.
El partido animalista PACMA amenaza con denunciar ante la justicia la caza con tiro con arco de dos jabalíes en el parque del Príncipe de Cáceres que se llevó a cabo la noche del martes al miércoles como medida para controlar la población de esta especie salvaje que ha proliferado en el casco urbano de la capital cacereña.
PACMA considera que las acciones tomadas por parte de la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Cáceres en colaboración con la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) podrían no ajustarse a derecho, por lo que asegura que estudiará el caso y valorará interponer una denuncia.
La formación política animalista asegura en un comunicado haber recibido numerosos avisos por parte de ciudadanos preocupados por la situación, por lo que su equipo de juristas se ha puesto en marcha para identificar posibles irregularidades, tal y como hizo en el mes de marzo en una situación similar en Gijón, donde se estarían cazando estos animales en zonas de seguridad donde la caza está normalmente prohibida.
PACMA cuestiona además si el Ayuntamiento ha llegado a valorar otras alternativas, como el traslado de los animales a una zona en la que no generen conflicto y si se ha hablado con alguna organización que pueda ofrecer ayuda.
«GONACON»
Los animalistas abogan por alternativas «éticas» a los controles poblacionales convencionales, como la vacuna contraceptiva «GONACON», fruto de un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona durante tres años y liderado por el profesor titular especializado Manel López Béjar.
Según señalan, López-Béjar explicó en una entrevista concedida a Eva Ramos, asesora jurídica de PACMA, y a Yolanda Morales, portavoz del partido, que el procedimiento con «GONACON» es sencillo: «capturar, sedar, identificar, vacunar y soltar».
«En un período de tres años efectivos (que se han visto dilatados a causa de la pandemia) los investigadores habrían podido recapturar al 29,2% de los animales tratados determinando que, por el tamaño de los genitales y las glándulas mamarias, la inmunocontracepción había surtido efecto en todas las hembras tratadas en periodo de cuatro meses a tres años según el momento de recaptura, y hasta en doce machos tratados en un periodo de dos meses a dos años».
Indican que López-Béjar apuntó en esa misma entrevista que «los métodos de control poblacional con caza y sacrificio de los animales han demostrado no ser efectivos». «Los jabalíes son una especie muy plástica y adaptable al entorno; los ciclos reproductivos se aceleran según la necesidad de repoblación, lo cual nos dice que matarlos y generar ese efecto vacío provoca a su vez un efecto rebote», añade.
Fuente: Hoy.