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EL CHAPARRITO

ORGANIZACIÓN: MONTERÍAS RIQUELME

Localidad: El Almendro-H

Fecha: 17-11-2018

P: 29

RH: 16

Cupo: libre

Tipo Finca: Cercada. 1.300 has

Nº Has. Monteadas: 550

Resultado:  

V: 13 ( 2 rozando metal)

J: 73 ( 16 machos  con 8 bonitos navajeros )

Cv: 44

CRÓNICA de la Montería:

Riquelme se doctora en El Chaparrito

Nada más gratificante para un organizador de monterías que ver reflejado el trabajo de meses y las ilusiones puestas en una mancha en un buen plantel de reses el día de la montería, por eso esta crónica, desde el minuto uno, va dedicada al equipo de campo de Monterías Riquelme y a todos los que con su trabajo consiguieron que ayer día 17 de noviembre disfrutásemos de una gran montería en El Chaparrito.

Porque este festival de lances comenzó la noche del viernes en el Hotel Andalucía de Villanueva de los Castillejos, donde Jesús Riquelme había convocado a los monteros que se desplazaban desde tierras lejanas a una cena de hermandad en la que todos nos contagiamos de esa ilusión desbordante que el joven organizador onubense emana por los cuatro costados. En esa opípara cena ya quedó claro que El Chaparrito no era una montería más del programa de Riquelme: era la MONTERÍA.

Ya por la mañana, el fabuloso catering Moraima nos recibía en la finca con un gran desayuno, prólogo de un magnífico almuerzo que pondría el broche de oro a una jornada para el recuerdo. ¡Buena elección la de Riquelme. Moraima es apostar a caballo ganador siempre!.

Tras el copioso desayuno Jesús comenzó el sorteo de los 29 puestos dejando bien claro a todos los presentes en que condiciones veníamos al Chaparrito y cuales eran las normas de seguridad a cumplir. Prohibido tirar varetos bajo multa de 500 € y denuncia al Seprona, mesura con las ciervas y sólo tirar guarros de un tamaño decente, dejando pasar jabalinas con rayones y lechonatos. Las compensaciones serían globales de 40 guarros y 10 venados sobre el cemento, y en caso de tener un mal puesto la organización trataría el asunto personalmente con el afectado. Pero no había garantías individuales. La montería concluiría con tres cohetazos al aire y desde ese instante quedaba prohibido tirar un solo disparo en la mancha. ¡Muy bien por el organizador en un discurso claro, directo y contundente!. Y tras esta extraordinaria alocución empezó a nombrar uno a uno a todos los presentes dándoles u a cada puesto una bolsa con el taco y algunos presentes de la organización. Chapó por Riquelme, no se puede hacer mejor.

Con la suerte echada salían las primeras armadas y acto seguido empezaban a escucharse los primeros disparos de la mañana, acrecentando la ilusión y el nerviosismo en los monteros que aún estaban en la junta pendientes de la salida de su armada.

Prueba de ello lo que ocurrió en mi armada de El Madroñal. Fue colocarme Jesús López en el nº 1 y antes de desenfundar mi rifle ya estaba tirando el nº 2 ocho o diez tiros en el primer lance de la mañana. Y al momento hacía lo propio el nº 3…y así sucesivamente. Apenas eran las 10 de la mañana. La cosa prometía.

Y con la montería cerrada entraron las 16 recovas y al soltar colleras el despiporre fue tremendo. Puestos a carga y descarga durante buena parte de la mañana para luego amainar el ritmo de lances y tiros pero sin dejar de escucharse durante toda la jornada hasta que a eso de las 2:45 h sonaron los tres cohetes.

La montería había sido todo un espectáculo como deja claro los más de 100 jabalíes que el organizador contaba en la mancha desde su torreta, los más de 600 disparos contabilizados o los cochinos que Adolfo Sanz, compañero de Cazawonke, vio tirar o abatir desde su torreta. Tres jabalíes cobraba cada uno de los tres puestos que desde su atalaya divisaba, más otros tantos errados. Y es que esa fue la tónica general de los puestos del Chaparrito. Monterión en toda regla.

Así, Gonzalo del Pino desde el nº 3 de Las Eneas cobraba 3 venados y 2 jabalíes; Juan Carlos Guillén desde el nº 1 de La Piedra se hacía con 4 jabalíes, Pedro Campos, mi vecino de puesto, desde el nº 2 de El Madroñal abatía 3 jabalíes, 1 venado, 1 cierva y 1 zorro que será medalla (que también se homologan los raposos y hay quienes como yo gustan de jugarles lance), o el amigo Miguel Escala que cobró dos venados en su postura, uno de ellos el venado de la montería.

Destacar también el buen pulso y el buen hacer montero que demostró tener Catalino al quedarse con 4 cochinos durante la jornada, dejando pasar varios “motoristas”, que ahí quedan para que el próximo año disfrute otro montero, hechos ya buenos jabalíes.

Tampoco podíamos dejar de mencionar al amigo Marchena, con esa cazadora personalizada que tan buena suerte le dio en el día de ayer, pues por su postura divisó más de 20 cochinos, jugándole lance a 8 de ellos y cobrando 4 finalmente, dos de ellos machos y uno con buenas navajas. O el nº 6 de la Traviesa Central, que tiró 6 cochinos cobrando 2 de ellos, uno espectacular por belleza y defensas.

 Por su parte, en la armada de Los Quemaillos se atrincheraban en el nº 8 Juan Carlos y Pedro, jugando lance nada menos que en 12 ocasiones y cobrando 3 cochinos, uno de ellos un guarraco impresionante ante los perros de Carlos Rubio El Agarre”, y 2 ciervas, mientras que en el nº 1 de la armada Juan Alberto y Agustín Fco. pegaban 25 tiros nada más ponerse en el puesto y se quedaban con 2 venados, 2 ciervas y 1 jabalí.

Además, como recordaréis, la montería se grababa en vídeo por Producciones Villar para Cazavisión, y en el puesto de una de las cámaras el Sr. Riesgo abatía 3 cochinos, uno de ellos un bonito navajero, a pesar de tener un problema con su rifle.

La cruz de la moneda cayó en el puesto del cazador extremeño José Galán, que sólo pudo rematar un cochino de su vecino de puesto, y en el puesto de Francisco Hijano, que acompañado de su hija Teresa y el novio de esta, no pudieron disfrutar de ningún lance a pesar de estar en un puesto 100% jabatero.

Llegados a la comida, como de costumbre nos vimos las caras los monteros que  no habíamos tenido fortuna. Allí nos lamentábamos Galán, Hijano o quien suscribe de la mala fortuna que nos había acompañado en nuestras posturas y coincidíamos que a las cinco de la tarde el plantel tenía que ser de ensueño, pues tiros se habían escuchado para cumplir con creces con las expectativas y garantías de la organización.

Y comentando esto en la mesa del infortunio, comenzaron a llegar monteros con la sonrisa de oreja a oreja contando lances y abates que corroboraban lo que todos esperábamos. Riquelme se doctoraba en El Chaparrito viendo realizado el sueño de monteros, propiedad y organización dando una montería que bate record en la finca.

La excelente comida de Moraima ponía el broche de oro a la jornada mientras que en la puerta de la nave en la que degustábamos el variado ágape se formaba un plantel de 73 jabalíes, 13 venados y 44 ciervas, del que nos asombró la calidad de algunos de los venados abatidos, rozando el metal uno de ellos, y la buena primera fila de jabalíes, con algunos navajeros de categoría. Magnífico plantel al que si le hubiésemos quitado los 12-15 lechones que había hubiera lucido igual de brillante y más montero para los que entendemos que la caza es mucho más que pegar tiros. Y es que tenemos que concienciarnos que no es mejor montero el que más mata, sino el que mejor caza. Ya nos lo advirtió por la mañana el organizador. En fin, que los monteros somos los que tenemos que evitar estos temas. Lo venimos diciendo por activa y por pasiva.

Con las correspondientes fotos del plantel, la felicidad desbordante de los afortunados y la satisfacción de haber participado en una gran montería, emprendimos camino de vuelta a casa muy satisfechos por lo vivido en El Chaparrito.

Reiterar las felicitaciones al equipo de campo de Monterías Riquelme y al propio organizador por el gran trabajo realizado en la preparación de la mancha y la EXCELENTE organización de la montería, felicitar a las rehalas por su buen hacer en el monte, y dar la enhorabuena a los monteros afortunados, que vieron cumplidos sus sueños e ilusiones en una jornada de caza de las que tardan en olvidarse.

Que siga la racha. En la próxima más y mejor.

Emilio Jiménez

Todomonteria.com