TodoMonteria

CAMPILLO ALTO

ORGANIZACIÓN: SIERRACAZA

Localidad: Encinasola y Cumbres

Fecha: 17,18 y 19 Noviembre 2017

P: 32 / 42 /42

RH: 17 / 28 /21

Cupo: Variado según montero.

Tipo Finca:  Cercada

Nº Has. Monteadas 2.500

Resultado: 

V: 236 ( 4 pl, 14 br)        

J: 21          

H: 48 (*)

(*) Varetos descaste

CRÓNICA de la Montería:

GRAN FIN DE SEMANA MONTERO EN CAMPILLO ALTO

Una de las monterías más imprevisibles del programa 2017-2018 de Sierracaza era Campillo Alto. Y lo era no porque la finca no estuviera al nivel de las otras que tiene publicada la organización de Antonio Gómez Cuenca, ni mucho menos, sino por ser esta una montería fuera de la zona natural de Cencerra, más difícil de controlar por el equipo de campo de Sierracaza, que está a diario en sus manchas de Andújar-Cardeña,  y con una gran incertidumbre en cuanto a resultado y calidad en un año como este.

A pesar de ello, Antonio completó las tres jornadas de caza con 32 puestos el viernes 17 de noviembre, 42 puestos el sábado y 42 puestos el domingo, convocando para este maratoniano fin de semana de caza 17 rehalas para el primer día, donde cazamos La Moña, 28 para el segundo, que se cazaba la sierra de Picureña, y 21 recovas para el tercer día, que se monteaba El Curtidero. En total 2.500 has. a cazar en tres jornadas consecutivas con unos cupos corridos según montero que iban desde los 2 venados por día a los 11 venados para los tres días de caza.

Y durante los tres días de monteo nos pasó de todo.  En la primera jornada, que cazamos La Moña, de unas 400 has, los monteros fueron a “verlas venir” para comprobar que calidad había en la finca para así saber a lo que atenerse el resto de los dos días siguientes. Y como tenían cupo corrido, muchos de ellos se dedicaron a levantar el rifle ante las pelotas de reses, dejando pasar sin tirar algunas bonitas, vaciándose la mancha en un santiamén. El tiroteo grande se formó antes de soltar las rehalas y la montería duró apenas hora y media. Al plantel se arrimaron 50 venados, 3 cochinos y 12 varetos, que se podían tirar en algunos puestos al ser esta una montería de descaste para limpiar la finca de reses, pues van a renovar sangre.

Del plantel de reses había una veintena larga de venados de 150-160 puntos, que en un año normal hubieran saltado a metal, dos platas y dos bronces. Este día destacaron los venados de Luis A. Ruíz, Alejandro Sánchez de Puerta, Jacobo Arce, Mariano Tudela, Eugenio Osborne o Constantino, entre otros.

Para el segundo día la expectación era máxima. Se cazaba la zona de la sierra, la mancha conocida como Picureña, con una extensión de unas 800 has de monte, pinos y eucaliptos en la que pensábamos iban a estar recluidas las reses huidas el día anterior y las de la dehesa que se hubieran espantado del tiroteo del primer día. Pero nada más lejos de la realidad, Ante el estupor de monteros y organización, las horas de monteo iban pasando sin apenas escuchar el rugir de los rifles, por lo que el desastre se estaba mascando por momentos.

A las tres de la tarde la cara de pócker de los 42 monteros era para verla. ¡Y la del organizador para que deciros!. Nadie se explicaba que no hubiera un rabo en esas 800 has. de sierra y que donde tenían que haber aparecido sobre 80-90 venados aparecieran tan sólo 22 ciervos y 18 jabalíes. ¡Un drama!.

La explicación era fácil ( y lógica). Las reses estaban donde estaba la comida, y eso no era precisamente en la sierra, donde sólo había monte seco, pinos y eucaliptos.

Fue muy duro para todos el sábado en Campillo Alto, pero todos éramos conscientes de que los venados no podían haberse ido volando de la finca y que en algún lugar de las 2.500 has del Campillo deberían estar escondidos, pues la organización había contado sólo en un comedero en verano alrededor de 200 machos, y había muchos más comederos, y en los dos días de caza se habían cobrado apenas 70, por lo que era cuestión de dar con ellos, porque haberlos hailos.

Y ese día fue el domingo. Con el cuerpo cortado aún por el disgusto del día anterior y la incertidumbre rondando por nuestras cabezas, se sortearon los 42 puestos y salimos raudos hacia la tercera mancha a cazar: El Curtidero, que resultó ser todo un espectáculo.

Con las primeras armadas de cierre en el monte se comenzaron a escuchar los primeros disparos, música celestial para todos los que esperábamos la salida de nuestras traviesas. Y a medida que se iban colocando más puestos el tiroteo se iba incrementando y el semblante de todos iba cambiando hacia una sonrisa tranquilizadora. Los venados estaban allí y estaban dando la cara a las primeras armadas. La fiesta estaba servida.

Lo que ocurrió una vez colocadas las traviesas y soltadas las 21rehalas ya se lo pueden imaginar. Lances, lances y más lances…y tiros para aburrir!. La que se lio fue parda, pues los monteros llegaron al tercer día con casi todos los cupos por hacer y la caza estaba en la mancha.

Así llegaron las tres de la tarde y con ello el final de la montería. Poco después llegaban los monteros a la comida. Daba gusto ver las caras de satisfacción de casi todos ellos. Había puestos con 11 venados cobrados, como el de L.M. Meguiano, puestos con 8, 7,6, 5 o 4 reses…Raro era el puesto que se vino bolo ese día, que también los hubo, pero la mayoría venían pletóricos, pues además habían completado sus cupos con venados de excelentes trofeos, como el plata de Casimiro Muñoz, o el bronce de E. Jiménez, entre muchos otros, pues se cobraron ese día 3 platas y 12 bronces.

Y así se fue formando un plantel de 164 venados y 36 varetos de descaste. Doscientas reses que sumadas a las de los dos días anteriores dieron un total de 236 venados, 21 jabalíes y 48 varetos de descaste. ¡Ahí es nada!.

Para los días 3 y 4 de febrero se darán las dos últimas monterías en esta gran finca onubense en la que se barrerá con lo que haya, pues como hemos dicho antes van a cambiar sangre y quieren limpiar con todo lo que hay. Las dos monterías irán sin cupo y venados han quedado para cobrarle más de un ciento en el fin de semana, con algunos trofeos de categoría. Como es lógico allí estaremos.

En resumen, triunfo de Sierracaza en El Campillo Alto en un fin de semana de emociones fuertes donde vivimos la cara y la cruz de la montería. Enhorabuena a los afortunados. En febrero más y mejor.