Día de perros el que se anunciaba para la jornada del 18 de Enero. Y con esas, me dirigía a Valencia de Alcántara, donde Borja Galavís, de Vegas del Sever, había dado cita a sus monteros para cazar la finca en término de Herrera de Alcántara de La Gándara.
Al efecto de estar más recogidos, nos reunimos en la nave del polígono. Allí nos encontramos con los amigos y rememoramos los lances acaecidos en el monterión de la jornada anterior en Terrias de Arriba.
El agua y el frío entraban por las puertas y nos mirábamos cariacontecidos sabedores de la que nos esperaba.
No suspendió Borja tras el desayuno; dio las últimas indicaciones y comentó, a pesar de los allí presentes, que la lluvia y el viento del Este no habían venido nada bien seguramente a los encames de la finca, dada la orientación de la misma, con lo cual el resultado en el día de hoy pendía de un hilo a pesar de que se había comprobado la abundancia de cochinos en la zona a cazar.
El sorteo fue rápido y la salida de las posturas ordenadas por armadas, como siempre. Sobre las doce y cuarto de la mañana se abrían los portones de las rehalas bajo un intenso aire que no dejaba de azotar, pero que tampoco dejaba que se asentaran las nubes, con lo cual la lluvia respetó durante todo el tiempo que se estuvo monteando, únicamente lloviznando levemente a intervalos.Pero el frío, el frío lo congeló todo: perros, monteros, reses y lances, ¡todo congelado!.
En suertes tuve de nuevo el cuatro del cierre del Puente, por segundo año consecutivo, y por segundo año consecutivo, me visitaron, yo creo, las mismas tres ciervas, que lanzándose al arroyo, pusieron tierra de por medio.
Disparos se escucharon a intervalos y a rachas, tal y como la lluvia, y sin miramientos nos retiramos sobre las tres de la tarde a degustar una buena comida.
La anécdota de la jornada fue la cantidad de “indios” que había sueltos por la mancha. Desde lo alto se podían observar las columnas de humo de las lumbres encendidas en la inmensa mayoría de los puestos, y es que el del domingo, fue de esos días de los de tener mucha afición.
En la comida de nuevo el protagonista no fue el magnífico navajero que se abatió ya pasadas las dos, ni el bonito venado de Paco Sánchez, el protagonista fue el frío, y para deshacerse de él se encendió una gran lumbre donde nos calentamos tras el café, que calentito, supo a gloria.
Otra buena jornada entre amigos con Vegas del Sever. Ah, para los de los números, ocho venados, cinco jabalíes y una cierva. Al final Borja tenía razón.
Carlos Casilda
En otro orden de cosas, no se le ha dado nada mal a la organización El Rincón Cinegético en este arranque de año. Tres han sido las monterías celebradas últimamente y en todas ellas han cosechado un buen resultado.
Primero dieron cita el 4 de enero a 58 monteros para montear en Don Benito la finca Cantalgallo. La mancha de la Sierra se batió con 18 rehalas y dejó caer nada menos que 39 cochinos y 9 venados sobre el cemento.
Días mas tarde, el 10 de enero, volvieron a convocar a sus monteros para cazar en Talaván la mancha Riveros de la finca Las Quebradas. Sesentay cinco puertas cerraron la mancha y 38 jabalíes y 6 venados formaron el plantel de reses.
Remataron la faena los monteros del Rincon Cinegético en Casas de Miravete cazando el 13 de enero El Cogujón, una montería pasada por agua que a pesar del mal tiempo cosechó un gran resultado para ser finca abierta, ya que los 60 puestos abatieron un total de 31 venados y 42 jabalíes, con 7 navajeros de categoría, sin duda una montería de las que hacen afición.
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