Ocho de la mañana del 18 de enero de 2015, hora escogida por Isaac, responsable de MONTEROS DE SIEMPRE para dar cita a los cazadores a una nueva jornada en tierras pacenses. Boberías, es el nombre de la finca que en esta ocasión iba a montear con un total de cincuenta y ocho posturas y 22 rehalas.
La Ermita de las Cruces fue el lugar escogido para realizar el sorteo y el desayuno, y desde allí, fueron saliendo las distintas armadas.
El día amanecía desapacible, con fuerte lluvia y viento, sumado a un frío glacial que hacía presagiar lo peor. Desde las once, hora en que se colocaban los primeros puestos, hasta las tres, hora en que se recogía el último, fue un no parar de llover, lo que apocó muy mucho a los monteros y reventó la jornada
Aún así, la cosa estuvo bastante entretenida, con caza muy repartida y movida de los encames, destacando algunas posturas como la de Antonio, que cobró 3 venados de siete sobre los que jugó lance en el número dos del cierre de los Vuelos.
También se divirtió Francisco Bejarano en el número trece de la traviesa de los Pinos, cobrando una cochina y un buen navajerete. Además hubo novio, el amigo Iván, quien se hizo con una collera de venados en el número uno de la traviesa Central. Afortunados, los amigos Jose Luís y Jose Carlos, quienes se hacían cada uno con uno de los venados grandes en el 4 de la traviesa de Boberías y en el seis de la cuerda del Moro respectivamente. Finalmente hubo, lances, frío y agua, mucho agua, y un plantel de 22 venados, 6 jabalíes y 10 ciervas.
Carlos Casilda
Igual de helados o más, se quedaron ese mismo día los 52 monteros de Puebla & Estellez en Maribañez, una mancha que ya se suspendió el 20 de diciembre por niebla, y que en esta ocasión se vio afectada por la intensa lluvia y el frío helador que empezó justo al montarse las armadas, por lo que con esas condiciones tan adversas los 150 disparos escuchados y más de 100 lances vividos tan sólo pudieron traducirse en 28 jabalíes sobre el cemento, cifra muy por debajo de los más de 50 cochinos que deberían haberse matado en condiciones normales.
El mejor cochino del día se lo adjudicó D. José A. Villalobos
