- Desde la sociedad de caza San Vicenzo indican que la incidencia fue altísima el año pasado, y que este año está volviendo a suceder.
La presencia de los lobos en los montes de Vimianzo no es desconocida, y a menudo han atacado la cabaña equina en torno al monte Faro, al margen de las habituales incursiones en prados con ovejas. Lo que ya no era tan frecuente es que lo hiciesen con los perros de caza.
Juan Fermín Insua, directivo de la sociedad de caza San Vicenzo, denunció ayer que estos están ocurriendo de nuevo, y que ya el año pasado tuvo una incidencia altísima, aunque no lo hicieron pública. Calcula que en el 2018 los lobos mataron algo más de 20 perros de caza, y además en septiembre, que es cuando los aficionados comienzan a entrenar y a sacar a los canes para que practiquen los rastros (la temporada de caza menor comienza en octubre).
Como ahora ven que puede volver a pasar, quieren que se conozca este problema. Justo este primer fin de semana de entrenamientos ya han sufrido las primeras bajas: dos beagles. Un tercero, un grifón, solo sufrió heridas en el cuello, y está a tratamiento.
Lo curioso es que el lobo (o los lobos) no se ven. Los perros van a unos metros siguiendo algún rastro, por ejemplo de un conejo, y se ve que los lobos están al acecho, porque aprovechan esa distancia para ir a por ellos. «Non escoitas pelexar nin nada», indica Insua. Parece que vén ao canto dos cans», señala. Un problema que -añade- afecta a todo el tecor vimiancés, pero sobre todo a montes de Salto, Castrelo o Serramo.
lavozdegalicia.es/ CARBALLO
Foto- cedida