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Los cazadores de Álava dejarán de cazar jabalíes para controlar la población si las instituciones no atienden sus reclamaciones. La Ley exige a los cazadores hacerse cargo de los daños que producen estos jabalíes en las batidas. Y los cazadores denuncian «la imposibilidad de hacer frente a los daños producidos por estos animales en la agricultura y ganadería».

Además, los representantes de las cuadrillas de caza mayor de Álava denuncian que hay «un creciente ataque a su actividad que está provocando la desaparición de muchas cuadrillas de caza«. Las instituciones reclaman cada vez más la actuación de los cazadores para controlar la población de jabalíes.

«La necesidad de control de las especies de caza mayor está pesando como una losa sobre los cazadores», denuncian estos representantes. Para los cazadores la caza es «una actividad de carácter recreativo y se está convirtiendo en una obligación«. Obligación motivada por las peticiones de instituciones para controlar mediante batidas la población de jabalíes. Los jabalíes no tienen depredador natural en Álava, y por eso se recurre a la caza para controlar su superpoblación. Pero los cazadores denuncian los «niveles de exigencia difíciles de mantener por un colectivo cada vez más envejecido y denostado«.

Este hartazgo de las cuadrillas de caza mayor de Álava llevará a «un cese total del control mediante la caza» hasta que «las instituciones y la sociedad tomen conciencia de la importancia de su labor en beneficio de la conservación del medio natural». Esta protesta también incluye el control de daños que se organiza durante la primavera y el verano. Los cazadores no hablan en este caso de la caza recreativa, sino únicamente de la caza para el control de la población.

Los cazadores exigen cambios

Además, piden que la burocracia sea más simple para que «desarrollaren el control de las especies con las suficientes garantías y sin tediosas trabas administrativas». Los cazadores avisan de que no cazar provocará «graves perjuicios para el sector primario, para la seguridad en las carreteras y para la propia conservación de las especies».

Las principales reivindicaciones del colectivo son:

  • Cambios legislativos. A cambio, existe un compromiso por parte de los cazadores de seguir realizando todas las acciones necesarias encaminadas al control del jabalí.
  • Defensa pública de la caza y de su valor de conservación de la naturaleza en todos los ámbitos de la sociedad. Especialmente entre los colectivos infantiles y juveniles.
  • Subvenciones para tomar medidas preventivas de daños en las explotaciones de ganadería y agricultura.
  • Una mayor sensibilización del sector primario sobre el papel de los cazadores en el control de las especies causantes de daños.
  • Prioridad de las cacerías de control frente a otras actividades recreativas.
  • Difusión entre las fuerzas de seguridad de los métodos y valores de la caza para que colaboren en las cacerías.

Fuente: Gasteizhoy.com