Monteando como toda la vida
Bien saben los asiduos a las monterías de Cinegética Monteros del Valle de Alcudia que cazar con Javier Muro es montear como se ha hecho toda la vida.
Y es que el organizador manchego cuida al detalle todo lo que acontece alrededor de una montería, desde la contratación de la finca hasta la preparación de la mancha, desde la convocatoria de la reunión hasta la salida de armadas, desde la suelta de recovas hasta la recogida de reses, para que los cazadores que monteen con él se lleven un grato recuerdo y vivan una jornada de las que hacen afición.
Y no es fácil conseguirlo en los tiempos que corren. Pero Javier Muro está hecho de otra pasta y pone en valor cada día de montería todo lo que aprendió de ese gran maestro de sierra que tuvo como instructor desde muy joven. De casta le viene al galgo, que dirían los castizos.
Así, con un calendario corto pero muy trabajado, el máximo responsable de los Monteros del Valle de Alcudia ha vuelto a bordarlo ofreciendo 7 magníficas jornadas de caza, tres de ellas en cercado, consiguiendo unos resultados que avalan su buen hacer en el monte y su filosofía de caza.
Casi 700 reses han conseguido abatir este año, con 165 venados, 132 jabalíes, 75 muflones, 25 gamos y 280 hembras entre ellas, con muy pocos puestos y con una calidad de trofeos muy a destacar tanto en abierto como en cercado, como corrobora la veintena de trofeos que alcanzaron metal esta temporada.
Y en este cumplidor calendario, volvieron a destacar las monterías en cercado de Navarredonda y El Pantano, manchas que nunca fallan, al igual que las monterías en abierto de Zamorillas, Cerrobohonal y La Tejada, siendo esta última una montería que ha hecho historia por el brutal resultado conseguido y su inmejorable relación calidad-precio. Casi 200 reses abatidas en abierto entre 32 puestos, con 15 trofeos medallables entre las 120 reses de tiro que se abatieron. ¡Ahí es nada!
Tan sólo Mesas se quedó un poco por debajo de las expectativas debido al escaso juego que dieron este año los jabalíes, y quedó sin contabilizar la montería del Acebuchal al haberla chanteado los amigos de lo ajeno. El año que viene irán invitados los monteros que no pudieron disfrutar este día por la mala condición de algunos envidiosos. Cosas que pasan por estas sierras de Dios.
En definitiva, un calendario divertido y cumplidor que por encima de los resultados nos dejó inmejorables sensaciones y la felicidad de comprobar como todavía quedan organizadores y gestores cinegéticos a los que les duele la montería de antaño, y luchan contra viento y marea por mantener los principios y fundamentos monteros en cada una de las jornadas que celebran en nuestras sierras, manteniendo unos precios acordes con la realidad de las fincas que montean y de las previsiones que ofrecen. Y este es, sin duda, con la que está cayendo, el mejor trofeo que nos podemos llevar a casa.
Enhorabuena Javier. Lo has vuelto a conseguir. Nos vemos en el monte.
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