Fieles a sus principios
Monteros de Encinasola ha protagonizado otra temporada sin sobresaltos dejando un balance muy positivo a pesar de que los jabalíes por su tierra les han jugado una mala pasada.
Con 11 monterías a sus espaldas, el Club Deportivo de Caza encabezado por Paco Berjano y Antonio Luís Boza ha continuado fiel a sus principios y han seguido ofreciéndonos esas monterías de antaño, económicas y cazando en abierto rodeados de amigos, donde la incertidumbre y los lances de poder a poder han sido la esencia y la razón de ser que nos han animado a participar en cada una de ellas, disfrutando de unas monterías muy agradables en las que hemos podido jugar bonitos lances a pesar, como decimos, de que hemos echado en falta más cochinos por las manchas onubenses que hemos monteado, no así en las monterías extremeñas, donde los marranos han cumplido de forma sobresaliente como demuestran los resultados, ya que 123 jabalíes de los 216 que la organización ha cobrado este año en las monterías celebradas, se abatieron en las tres jornadas celebradas por tierras extremeñas.
Y es que Paco y Antonio Luis saben dónde arrimarse cuando de salir de su zona natural se trata.
De esta forma, el calendario 2024-2025 de Monteros de Encinasola nos ha deparado pocas novedades con respecto a otros años. Ocho monterías se celebraron por la sierra de Huelva en fincas habituales de la organización, que han dejado sobre el cemento 110 venados, casi un centenar de cochinos y 76 ciervas, que se completaron con las tres monterías anteriormente comentadas por tierras extremeñas, todas ellas a jabalíes, con el resultado global descrito, por lo que la organización cierra la campaña venatoria con 402 reses abatidas entre los 11 días de caza anunciados, con una media de 50 escopetas por día. Números muy a tener en cuenta si los contrastamos con el precio de las monterías, que rara vez han alcanzado los 300 €.
En resumen, temporada notable con monterías de una inmejorable relación resultado-precio, que nos han dejado bonitos lances y un buen puñado de trofeos de esos que nos gustan abatir en abierto, cazando además con total seguridad y en un ambiente montero más propio de las monterías del pasado siglo que de las actuales.
¡Enhorabuena! No cambiéis nunca. Nos vemos en el monte.
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