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Temporada Sobresaliente.

La historia de SIERRACAZA en la temporada 2020-2021 bien podría servir para el resto de las Organizaciones Profesionales de Caza de este país.

Lo vivido este año a causa de la pandemia supera con creces cualquiera de las previsiones más surrealistas que nos podíamos imaginar y raya el esperpento, pues los organizadores de caza han tenido que hacer juegos malabares durante los meses de campaña para poder sacar adelante sus programas monteros, y las suspensiones, anulaciones y aplazamientos han estado a la orden del día con tanto cierre perimetral, confinamiento y prohibiciones que se han sucedido entre octubre y febrero a lo largo de toda la geografía peninsular, causando un incalculable daño económico al sector y la ruina para muchos organizadores de caza.

Año negro para la caza en España donde el que ha podido sacar adelante su programa completo es un privilegiado, y el que ha podido terminar cuadrando los gastos con los ingresos un empresario de suerte, porque lo normal es que en esta temporada del Covid haya palmado pasta hasta el apuntador, y el balance económico termine con un pellizco importante en la cartera de cualquier organizador.

Y es una auténtica pena, pues se ha demostrado a lo largo de los 5 meses de campaña venatoria, donde se han celebrado cientos y cientos de monterías, que la actividad cinegética es una actividad SEGURA y que el sector ha sabido hacer bien las cosas y poner todas las medidas preventivas a su alcance, como demuestra el hecho de no haber existido ni un sólo caso de contagio en una montería.

Lástima que hayamos tenido tanto desbarajuste burocrático y tanto exceso de celo administrativo, pues el cierre perimetral de provincias y sobre todo el de CCAA nos ha matado literalmente.

En fin, que hemos tenido que torear el Miura que nos han echado y cada uno lo ha hecho de la mejor manera posible intentando que no le cogiera el toro.

De esta forma, Sierracaza presentaba un ilusionante programa montero para la temporada 2020-2021 en el que había importantes novedades como la vuelta de varias fincas al calendario de caza tras descansar una o varias temporadas, como Loma de la Puente, El Cerrajón, Navalahiguera, El Limón, La Fuente del Villar o las dos manchas de Encomienda de Mochuelos, y el debut con Sierracaza de otras dos interesantes fincas como son El Gorgogil y El Campillo Alto, en Montizón. Hasta nueve de las 11 manchas anunciadas en el programa eran nuevas con respecto al calendario del pasado año. Tan sólo Las Pilillas y Casa Polo repetían en el cartel.

Con estos antecedentes la cosa prometía, pero luego el Covid se encargó de fastidiarnos, y tras celebrar con éxito y sin novedades el primer fin de semana en Las Pilillas y Casa Polo, donde Sierracaza obtuvo dos sonoros éxitos, llegó el cierre perimetral de Andalucía y hubo que suspender el siguiente fin de semana en La Encomienda de Mochuelos, y ahí empezó el baile de fechas, fincas, monteros y protocolos, que terminó aburriendo al más pintado y desquiciando a la organización, que no tuvo más remedio que suspender por primera vez en sus cuarenta y tantos años de historia varias monterías.

De esta forma la montería de reses de La Encomienda y Navalahiguera no se pudieron celebrar a pesar de posponer varias veces las fechas, y otras se dieron con menos efectivos de los previstos, para intentar salvar los muebles en la medida de lo posible.

Menos mal que el monte respondió y las monterías celebradas han sido exitosas prácticamente todas, pues fueron sobresalientes las celebradas en Las Pilillas, Casa Polo, Loma de la Puente, Fuente del Villar, El Cerrajón o la celebrada en La Encomienda de Mochuelos a final de temporada, todas ellas con unos excelentes resultados y muy buena calidad de trofeos, y cumplieron a la perfección las monterías de El Gorgogil, Campillo Alto o El Limón, por lo que la temporada a nivel cinegético no ha podido estar mejor, con la que estaba cayendo.

Con muy poquitos puestos por montería, Sierracaza ha dado finalmente 9 de las 11 monterías anunciadas, cobrando en ellas un total de 538 reses, sin contar hembras, homologándose casi 150 trofeos, con fincas como Las Pilillas o La Fuente del Villar donde el porcentaje de homologaciones superó el 60% y se hicieron prácticamente los cupos al 100%.

Gustó también mucho la montería de Loma de la Puente y Casa Polo, y dejó muy buenas sensaciones de cara al futuro El Gorgogil y El Campillo Alto, fincas que sólo necesitan tiempo para que maduren sus frutos. El Cerrajón volvió a sorprender por la belleza de los trofeos de sus venados y el buen juego que dan los cochinos, y El Limón dejó claro que es una montería coqueta que siempre cumple.

En cuanto a jabalíes, La Encomienda de Mochuelos, única montería cochinera que daba Sierracaza esta temporada, volvió a sorprendernos con un buen plantel de guarros y un porcentaje de machos por encima del garantizado, homologándose además varios navajeros.

En definitiva, covid y ruina aparte, temporada sobresaliente en lo cinegético para Sierracaza, que ha vuelto a demostrar que es una de las organizaciones con mejores índices de reses abatidas/puesto, y con mejor relación calidad-resultado-precio.

Enhorabuena.

Todomonteria.com

L&L nº 1-Sierracaza T20-21