La figura del «cazador formado», que surge a raíz del decreto que regula las condiciones sanitarias de la carne de caza para consumo humano, da respuesta a una normativa europea de obligado cumplimiento y, en ningún caso, es una figura creada por la Junta de Andalucía tal y como afirmaba el propio Consejo Andaluz de Veterinarios en la revista Animal´s Health el pasado 24 de septiembre.

La Federación Andaluza de Caza considera irresponsables las afirmaciones vertidas por el organismo colegial que atribuyen competencias en materia sanitaria al «cazador formado» cuando, en realidad, se trata de ampliar la formación del cazador como primer «actor» frente a posibles animales enfermos, no supliendo en ningún momento las funciones del veterinario, que siempre deberá reconocer la carne de caza, tanto la destinada a su comercialización, como la destinada a autoconsumo, cuestión esta última que no reconoce ni aclara el Consejo Andaluz de Veterinarios en sus afirmaciones.

«Es incomprensible que un colegio profesional que tiene entre sus funciones velar por las condiciones sanitarias de la carne se oponga a que un colectivo que trata directamente con ella no amplíe y mejore su formación. Los veterinarios no deben temer por sus competencias, porque un cazador nunca puede ni debe sustituirlos. Sin embargo, un aumento en su formación puede convertirlos en una barrera más frente a posibles enfermedades y contagios en el tratamiento y manipulación de la carne de caza» señala José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, quien invita al Consejo Andaluz de Veterinarios a celebrar una reunión para aclarar la figura del «cazador formado» así como el nuevo decreto impulsado por la Junta de Andalucía.