La Federación Extremeña de Caza se ha sumado a la Huelga Mundial del Clima y ha respaldado el manifiesto elaborado por un grupo de científicos e investigadores de la Universidad de Extremadura.
Este documento ha sido elaborado por cinco destacados miembros de la Universidad de Extremadura. Concretamente, Fernando Henao Dávila, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular; Sebastián Hidalgo de Trucios, profesor de Zoología de la Facultad de Veterinaria; Daniel Patón, profesor de Ecología del Departamento de Biología Vegetal, Ecología y Ciencias de la Tierra; Gregorio Rocha, profesor de Ingeniería Agroforestal; y Juan Ignacio Rengifo, profesor de Análisis Geográfico Regional en el Departamento de Arte y Ciencias del Territorio.
FEDEXCAZA se ha sumado al Manifiesto porque se trata de un documento que aborda el cambio climático desde un punto de vista puramente científico y que se aleja de un manifiesto oficial politizado e ideologizado y hecho a espaldas del mundo rural.
El Manifiesto de estos investigadores de la UEx recuerda que el cambio climático “afecta a todos los sistemas naturales de Extremadura y, en especial, al mundo rural, la agricultura, caza y ganadería”. Para los expertos que han redactado el documento, las soluciones no pasan ni por la demonización del ser humano ni por atender a “mensajes apocalípticos que ineludiblemente pretenden la alineación del pensamiento”.
En este sentido, insisten en que “soluciones rápidas, emocionales e irreflexivas pueden tener un impacto más negativo que beneficioso en el objetivo a cumplir y, por supuesto, no son aceptables aquellas que pretenden una vuelta atrás en el camino evolutivo y de desarrollo de la humanidad”.
Por otra parte, lamentan que las zonas mejor conservadas, como es el caso de Extremadura, “son por regla general las de menor renta”, de forma que “el mundo rural, cuyas prácticas tradicionales son garantía de lucha contra el cambio climático y de conservación, a menudo no ve recompensado su esfuerzo, siendo en ocasiones desplazado por la rigidez de las normas de protección ambiental”. Al mismo tiempo “se reclama recurrentemente el uso e implantación de energías renovables cuando para los habitantes y empresas de la zona, convertidas en excedentes de energía, no supone beneficio directo”.
De esta forma, concluyen, “la España rural no es responsable del calentamiento global”, sino que “más bien al contrario, sus aprovechamientos extensivos agrícolas, ganaderos, forestales, cinegéticos y turísticos son bajos en emisiones, generadores de recursos y garantes de la conservación de su biodiversidad”.
Los firmantes del manifiesto consideran necesaria “la reducción de emisiones, el apoyo a las tecnologías de retirada de CO2, la reforestación y siembra de cultivos para la fijación de carbono, las energías renovables, la conservación de la naturaleza, mundo rural y sus pobladores, así como la economía circular y sostenible”.
Por último, reclaman a los poderes públicos “que avancen en esa dirección con el concurso de la sociedad civil”, al tiempo que animan a la comunidad científica “a seguir aportando conocimiento y poniendo al servicio de la sociedad los logros obtenidos”.
Manifiesto de la Huelga Mundial del Clima del 27 de septiembre