Entrevista a Jorge Gabernet, vicepresidente de la FAC
03/06/2015
Gabernet: "Hemos sido la organización más beligerante con los recortes a la caza, sin perder la vocación de entendimiento"
Es uno de los pilares fundamentales sobre los que se ha construido el nuevo modelo de Federación en los últimos años. La política federativa de máxima beligerancia contra los ataques a la caza, sin perder en ningún momento la vocación de diálogo y entendimiento para alcanzar acuerdos resume a la perfección su talante personal. A pocos días de despedirse como vicepresidente de la Federación Andaluza de Caza, Jorge Gabernet nos atiende para compartir sus conocimientos y su análisis de la situación actual de la caza y la FAC.
Jorge Gabernet Martí
P. ¿Cuáles son, hasta el momento, sus funciones en la FAC?
R. Básicamente, ayudar al presidente. Suplirle en caso de necesidad y colaborar con él y con el secretario general en las funciones de representación institucional y en las relaciones con organismos y organizaciones relacionadas con la caza. Hay que tener en cuenta que José María Mancheño tiene una agenda muy saturada y en muchas ocasiones hay que acudir a varias convocatorias en el mismo día, algo materialmente imposible en una comunidad tan extensa como es Andalucía.
P. ¿Cómo ves actualmente la situación de la FAC?
R. Aunque la crisis que afecta a nuestro país ha incidido negativamente en el número de cazadores federados, con un descenso continuado en los últimos años, veo una Federación muy bien dirigida por José María Mancheño, muy cohesionada, independiente políticamente, renovada y rejuvenecida en la mayoría de los puestos directivos y bien gestionada en lo económico gracias a la labor de Enrique Quintana, nuestro Secretario General. Todo ello hace que la FAC tenga un enorme poder de convocatoria, como quedó demostrado en la manifestación del 27-S y una gran capacidad de interlocución ante la Administración, ante las organizaciones del sector y ante la sociedad en general.
P. ¿Cómo ves la situación de la caza en Andalucía?
R. Con claroscuros; frente a una expansión generalizada de las especies de caza mayor, lo cual es positivo, hay graves problemas que afectan a la menor, en particular a la perdiz, por causas de todos conocidas, y en algunas zonas, al conejo. La mayor también tiene problemas, por la epidemia de sarna que afecta a la cabra montés y la intención de la administración de erradicar especies muy valiosas como el arruí o el muflón. Luego está el continuo acoso a una práctica ancestral como es el Silvestrismo, que se ha traducido en la supresión de modalidades como el arbolillo y la reducción del número de capturas.
P. ¿Qué papel juega la FAC en este escenario?
R. La FAC defiende la caza social y deportiva y éste tipo de caza es la más afectada por la crisis de las especies de caza menor. Por ello la recuperación de las especies que atraviesan una mala situación es un objetivo prioritario y consecuentemente, apoyamos todo tipo de investigaciones que ayuden a encontrar una solución a los problemas mencionados.
Luego está el posicionamiento de la FAC frente a los grupos que atacan los intereses de la caza social, sean los ecologistas o la propia Administración, central o autonómica, y pongo por ejemplo la defensa a ultranza que la FAC viene haciendo del silvestrismo. Creo que hemos sido la organización más beligerante frente a los recortes impuestos desde la Administración y los resultados están ahí. También hemos contribuído decisivamente a encontrar una solución a los problemas de las rehalas.
Sin embargo, nuestra posición sólo es de enfrentamiento cuando no queda otro recurso, pues la FAC es una organización con vocación de colaboración y de entendimiento, ello se demuestra sobradamente por nuestra participación en la elaboración de normas muy necesarias para el sector, como el Reglamento de Ordenación de la Caza, la norma que regulará el control de predadores, la Orden General de Vedas, la norma sobre Subproductos, etc…
P. En un plano más personal, háblanos de tu trayectoria y tus preferencias como cazador…
R. Comencé a cazar muy joven, influenciado por mi abuelo José Martí, gran cazador de perdices y campeón de tiro al plato, que me regaló una de sus escopetas. En los años 70 iba a cazar zorzales a los Montes de Málaga, después del trabajo y en verano me gustaba cazar tórtolas cerca de Villanueva del Trabuco, cuando había muchas, pero lo que verdaderamente me envenenó como cazador fue la posibilidad de cazar en la Sierra de Gádor, en Almería, donde la familia de mi mujer tenía una finca muy grande en la que cazaba prácticamente solo. Allí aprendí todo lo que hay que saber sobre la caza de la perdiz al volateo junto a un veterano cazador local –ya fallecido- llamado Antonio "El Artillero".
Luego me fui aficionando a la caza mayor, en particular la cabra montés y el corzo, siempre en rececho, que es mi modalidad preferida. He estado en infinidad de lugares, en España y en el extranjero, detrás de los corzos, pero el que más me ha gustado obtener ha sido un corzo morisco, en Ojén, el año pasado.
También he cazado algo en África. En estos últimos años cazo menos porque básicamente actúo como guía de caza de monteses en el coto de Alfarnatejo, al que llevo vinculado muchos años. Se podría decir que últimamente he cambiado el rifle por los prismáticos.
P. ¿Cómo se plantea tu futuro en la FAC?
R. Mi futuro en la FAC viene condicionado por mi estado de salud, que atraviesa una situación bastante precaria y que me mantiene alejado de toda actividad en los últimos meses por prescripción facultativa. Así que, si las cosas no mejoran, me veré obligado a dejar la vicepresidencia.
Por otra parte, cada vez estoy más cerca de la edad de jubilación, y creo que los mayores debemos ir dando paso a las nuevas generaciones de cazadores, pues los retos a los que se enfrenta la caza en el futuro exigen contar con directivos entusiastas y comprometidos en la defensa de los intereses de la caza social y deportiva.
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