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CUANDO EL RESULTADO SUPERA CUALQUIER EXPECTATIVA…

Juzguen ustedes mismos…

18 puestos con cupo de 2 venados, ampliable a res muerta, y jabalíes libres, cobrándose 54 venados, con muchas homologaciones, y 15 jabalíes, con 1 boca y 1 navajerete.

 

El 1 de diciembre era finalmente el día que montearíamos esta preciosa finca que se cazaba de forma especial y distinta, a cara y cruz, como si de un ojeo de perdices se tratase.

Los monteros, tras las palabras de D. Julio, guarda mayor de la finca y escuchar las indicaciones propias del desarrollo de esta atípica montería a manos del propio Jesus Riquelme, ponían rumbo a uno de los paraísos del cervuno donde la bellota y los pastos inundan de nutrientes la mancha que baña de oscuras y gruesas cuernas a estos grandísimos venados.

El corazón en la boca de los monteros mientras recorrían los carriles de la finca para llegar a sus posturas, no solo por la cantidad de reses que iban viendo, sino también por la calidad de ellas.

Algunos llegaban al puesto y tenían frente a ellos pelotas de 15-20 venados que hacían a los monteros dudar entre cual tirar, con lo que alguno, a escasos 30 min de estar en el puesto, tuvieron el cupo hecho.

Los protagonistas llegaban al monte… por un lado Justo con José Manuel y las rehalas de la casa, el Jetas, Cobertero y Las Huertas. Y por otro lado Don Julio con Riquelme, Antonio Ranchal Pedrajas y dos de las rehalas de confianza de la orgánica: Ángel Corchero y José Mota, junto a Rafa.

Don Julio fue capitán, guarda, administrador, y sobre todo Alma de la montería, que dio una lección de como se prepara y se capitanea una mancha, y como se deben hacer las cosas.

Era el momento de soltar…. Riquelme se dirigía a los suyos y José Mota se negaba a soltar sin que Jesus Riquelme le dijera las palabras mágicas… con una sonrisa en la cara de todos, ya más relajados y contentos por los más de 100 tiros que se habían pegado sin soltar.  

Rafa de La Mota tenía el trabuco preparado, Ranchal grababa, y ahora si “es el momento señores… soltar y disfrutar”… el trabucazo de Rafa resonaba como el inicio de una tamborada de disparos en un lado y otro de la mancha, como si la mecha de una gran traca se hubiera prendido y ya no se pudiese parar.

El tiroteo era incesante y por momentos parecería un ojeo de perdices, pero los cupos ponían cada cosa en su sitio, y poco a poco, conforme se completaban los cupos, los tiros disminuían.

A través de las emisoras veíamos la evolución de los puestos y llegaban noticias de grandes venados y una preciosa boca. También nos enterábamos que Coco Díaz Astillero, con un precioso navajero, se hacía novio en la montería, lo que producía que a Riquelme y a Antonio Ranchal se le saltaran las lágrimas, porque Coco es todo corazón y se ha hecho con un hueco muy importante dentro del equipo de Riquelme por méritos propios, y nos ha ganado el corazón a todos.

No se puede destacar ningún puesto, porque habría que destacar a casi todos… Eran poco mas de las 12 de la mañana y el primer ojeo estaba prácticamente acabado con el 80% de los puestos con sus 2 venados abatidos.

Riquelme corría al lugar de la junta, como siempre el primero, para recibir a los monteros y ver como llevaban los cupos. Ocurrió una cosa curiosa, pues casi todos los monteros preguntaban lo mismo… ¿se puede ampliar el cupo? Eso dice mucho de lo que se estaba cociendo.

La maquinaria estaba en marcha y mientras los monteros disfrutaban del taco y comentando los lances, Justo y José Manuel tenían ya subidas las reses a la Losa, con lo que los monteros se echaban las manos a la cabeza porque estábamos a la mitad de la cacería y había casi una treintena de venados con muchas homologaciones, con los monteros haciéndose fotos con sus trofeos. Había que arrancarlos literalmente del plantel para que comenzáramos el segundo ojeo.

Las rehalas llevaban casi una hora en los carros ya posicionadas para soltar en la otra dirección de la mancha mientras los monteros llegaban a los puestos y comenzaba el festival de nuevo.

Veíamos como varios puestos ampliaban su cupo, y es que no era para menos. Algunos monteros habrían los brazos como diciendo “¿Pero esto que es?” mirando a lo alto del cerro donde se encontraba Riquelme. Quizás había incluso más calidad y más cantidad que en el primer ojeo, lo que hacía que los monteros llegaran al climax propiciando otra infinidad de lances. Hubo puestos que casi triplicaron el cupo y otros lo duplicaron…

Para el recuerdo quedan lances espectaculares como los de Edu Arias Lopez, Juan Carlos Guillén González o un doblete de venados a dos disparos de Manuel Bayo Huelva, grandísimos venados ambos.

En casi todos los puestos había medallas y preciosos cupos, como el de José Luis Cánovas o Ciriaco, pero repetimos, no se puede destacar a ningún montero porque fue un auténtico espectáculo, de principio a fin, lo que nos tenía preparado Don Julio y Justo.

Fue una clase magistral de cómo hacer las cosas… No hay un pero a la montería, no hay una pega, no hay un borrón, No falta ni sobra nada, el ambiente era añejo, con un encanto especial. Aquella sierra tiene Duende… y el duende de esa montería sois ustedes Don Julio y Justo. Sois los verdaderos protagonistas de esta montería, todo el mérito es vuestro. Los demás, bajo vuestra batuta, era coser y cantar.

Agradecer también a Antonio Ranchal, de Taxidermia Sierra Morena, que se puso el mono de trabajo, se metió en el monte y peinó palmo a palmo esa preciosa sierra dando fe de sus tablas en el campo y su conocimiento sobre la montería.

Agradecer enormemente a TODO el equipo de secretarios, sacadores, mulas, rehaleros, catering y a todo el que de alguna forma u otra arrimó el hombro para que esta montería tan peculiar fuera una montería que no olvidaremos jamás… especialmente a José Manuel, otro de los guardas, que nos tendió su mano para que nos sintiéramos como en casa…

A todos Gracias….

FICHA DE LA MONTERÍA:

ZAHONES y TRABUCOS.

ORGANIZACIÓN: MONTERÍAS RIQUELME

Localidad: Viso del Marqués

Fecha: 1-12-19

P: 18

RH:

Cupo: 2V+ J

Tipo Finca: Cercada

Nº Has. Monteadas:  

Resultado:  

V: 54 ( buen numero de homologaciones)

J: 11  (2 navajeros)

H: