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¡O Carrasco o Carrascosa!

Montear el Valle de San Juan es otra historia.

Aquí la montería te pide el carné desde que entras por la puerta hasta que coges el cruce hacia La Bienvenida por la tarde, de vuelta a casa. Un despiste, un descuido o un momento de zozobra y adiós muy buenas!. Se te coló el venado de tu vida.

En casa de D. Laurentino hay que estar siempre alerta y siempre atento porque hasta el rabo todo es toro. No se pueden bajar los brazos ni un solo instante.

Y es que montear en Valle de San Juan requiere un master en paciencia, un doctorado en templanza y al menos un curso intensivo en primeros auxilios, porque si a un organizador o responsable de grupo montero no le da un infarto en la primera hora de montería es porque Dios no quiere,…y porque la finca es tremendamente buena.

Aquí no vale la típica crónica de “se sorteó temprano y antes de soltar las rehalas ya se habían escuchado más de 70 tiros…”. ¡Tirirí que te vi!.

Aquí se sortea la noche anterior para ganarle tiempo al tiempo, porque sacar las reses de ese fortín de monte y chaparras del Valle de San Juan requiere paciencia, fuerza de perros… y un par!. ¡Que se lo pregunten a los podenqueros!. ¡35 rehalas nada menos se convocaron para montear la mancha del Capturadero, y allí estuvieron toda la mañana sudando tinta por esos costerones para dar con los encames de las reses y arrimarlas a las posturas, que ávidas de lances, desesperan en muchos momentos de la montería por lo lenta y pausada de la misma, pero es que no hay otra manera si queremos ganarle la partida a las astutas reses de esta maravillosa finca.

¡Y es que las reses de D. Laurentino Carrascosa no saben latín…, saben 20 idiomas!, por eso son tan famosas y tan codiciadas por los monteros.

Porque un venado “Carrascosaleño” no es un venado cualquiera…, es un SEÑOR VENADO, ibérico y autóctono, con más leña arriba que un chaparro, y que te echa el pulso desde que te ve desenfundar el rifle, pues vende cara su vida!. Vamos, el auténtico PAVO con el que todos soñamos, y que nos anima a asistir año tras año a esta  grandísima montería para intentar cazarlo. Eso, y que en la montería del Valle de San Juan estás mas a gusto que en brazos porque te tratan como en casa. ¡Así da gusto cazar!

De esta forma, el viernes 25 de octubre ENCICAZA nos convocó a las 21:00 h de la noche en la Posada de Alcudia, en Brazatortas, para hacer la Cena de la Previa y sortear los 40 puestos del Capturadero.

Gran ambiente, muchas caras conocidas e ilusión a raudales en esta nueva aventura cinegética que de la mano de Manuel Infante y Hugo Larrubia emprendíamos un año mas en El Valle de San Juan. Noche entrañable que nos puso a todos en modo ON de cara a la cita venatoria del día siguiente en esta gran finca.

Ya el sábado, con los deberes hechos en la noche anterior, desayunamos en el mismo lugar y a las 8:30h, según lo acordado, partimos hacia la mancha para, 45 minutos después, tras el rezo y el recordatorio de las normas de seguridad de la montería, empezar a sacar armadas de forma diligente y ordenada. Excelente trabajo el de  ENCICAZA en este sentido, perfectamente coordinado con los responsables y guardas de la finca. Sobresaliente cum lauden. No se puede hacer mejor.

Luego empezó la montería. Perdón, la MONTERÍA. Y eso de escuchar 40, 50 o 60 tiros antes de la suelta ni soñarlo. Apenas se escucharon 6 u 8 tiros antes de soltar, y no muchos más en la primera media hora de montería, ya con los 40 puestos colocados y las 35 recovas batiendo monte, lo que tenía a Hugo Larrubia, Manuel Infante y el que suscribe, que acudió un año más a la cita con 10 puestos, sudando más que ordeñando vacas bajo una lona.

-¡Madre mía la que se puede liar hoy si la cosa sigue así!, pensé. Aquí me crucifican y me entierran en cal viva junto a Larrubia e Infante.- barruntaba mientras pasaban los minutos con la sierra enmudecida.

Pero al poco tiempo ya empezaron a rugir los rifles y la mañana fue cogiendo ambiente, por lo que empecé a respirar y a dejar de quitarme ropa. ¡No pude sudar más en estos primeros compases de la jornada!.

Y con este ritmo pausado pero constante de ladras y disparos estuvimos durante las  cuatro horas de monteo. Sin parar el chorreillo, que diría Espartaco padre. Y es que la mancha tenía mucha caza, pero  no puede ser más dura de cazar.

A eso de las 3:00h de la tarde se escucharon dos cohetes y se dio por concluida la jornada. Ahora llegaba el tiempo del pisteo y marcado de reses, mientras que los menos afortunados se dirigían al cortijo para degustar un extraordinario almuerzo.

En Valle de San Juan no hace falta preguntar a nadie como le ha ido la cosa. La mayor parte del personal está con una sonrisa de oreja a oreja y el resto con cara de pócker a sabiendas de lo que luego se van a encontrar en la junta de carnes. Pero cara circunspecta no de cabreo con la montería, sino con uno mismo lamentando la poca fortuna que ha tenido a la hora de coger la papeleta de puesto, bien porque no haya tirado la res que soñaba y trae venados pequeños, o porque se haya venido a la junta sólo con algunas pepas abatidas o incluso a cero porque la caza le fue esquiva o la puntería pésima.

No olvidemos que montear en Valle de San Juan es prácticamente montear en abierto, pues se cazan manchas de unas 600 has de extensión dentro de una finca de 3.000 has. con mucho abrigo y defensa para la caza. Ya lo advirtió por la mañana Hugo antes de la salida de armadas: “Señores, que venados grandes no hay para todos…así que ya saben…!”.

El caso es que mientras comíamos y se empezaban a escuchar las primeras noticias sobre las buenas reses que se habían cobrado en algunos puestos, el personal de Encicaza se empleaba a fondo sacando venados, ciervas y jabalíes de aquellas frondosas inmensidades. Quiero destacar aquí el sorprendente y encomiable trabajo del grupo de chicas que se encargan en Encicaza de coordinar estos menesteres, y que trabajan como auténticas leonas. Chapó por ellas. No se puede tener más raza y más coraje. Me descubro ante vosotras Marina Díaz, Ana Garrido, Adriana y CIA. ¡Gracias por vuestro esfuerzo!.

Y con los cariacontecidos lamentándose por el infortunio y los triunfadores en estado de prelevitación y euforia contenida, comenzaron a llegar esos venados Carrascosaleños que todos esperábamos ver. ¡Menudo plantel!.

Este año han faltado los 4 o 5 venados “impresionantes” que se cobraron el año pasado, como el de José Galán, Manuel López Quintana o Rafa Lancha, entre otros, pero por el contrario ha subido notablemente la media en su conjunto, con muchísimos venados de 160 puntos y una cabeza de reses sobresaliente, donde destacaban el venado de Andrea Sanchez y Florentino Fernandez, cobrado en el nº5 de La Huerta, que se ha metido en oro, y el de  Emilio Jiménez, un bonito 15 puntas  de 181,5 puntos CIC, también medalla de oro, que cobró en el nº 1 de la armada de El Rincón, puesto que remató la faena con otro fabuloso venado  bronce a cargo de Ignacio Iturbe, y dos ciervas cobradas por los hijos de este.

Fueron también destacados los venados de Yolanda Lechuga y Ángel García en el nº 4 de La Huerta. El de Yolanda un mazorco medalla de plata con 178 puntos CIC, que de no estar ya en regresión hubiera superado al de Jiménez.

En esta emblemática armada triunfaron también Valentín Robina en el nº 3, con 2 bonitos venados, uno bronce alto, y fallando otro mejor aún, Reyes López y Rafa Lancha en el nº 9, tirando 5 venados y cobrando dos de ellos muy bonitos, o Casimiro Muñoz, en el nº 1, con otra bonita collera.

En la armada de La Cuerda, Antonio Rubio se colocaba en el nº 4 y se volvía a la comida con 3 venados, dos de ellos posibles bronces; Ignacio, de Murcia, se atrincheraba en el nº 2 y cobraba  una cochina y dos venados, uno rozando bronce, fallando otro de mayor porte aún, y en el nº 1 se abatían otros dos venados rozando el metal. Tan sólo el nº 3, ocupado por Mariano Sanchez, se vino bolo a la comida. Seguro que en la montería de la mancha El Diablo se redime de sus pecados el bueno de Mariano.

Por su parte, Paco Saavedra se hacía con 2 bronces y una cochina en el nº 1 de Aguazuelas, fallando otro venado muy bueno. Pablo de la Serna, en el nº 2 de esa armada, volvió también con otra bonita collera de venados, uno de ellos plata con 176 puntos CIC,  y sus vecinos de armada Antonio Hernández y Juan García, en el nº 3 y nº 5 respectivamente, corrían la misma suerte abatiendo cada uno 2 venados que pueden entrar en metal. Por su parte Nono cobraba otro venado bronce que ha dado 166,5 puntos, por lo que iba más feliz que un rucho.

Curro Alba la volvía a liar en el nº 3 de Las Tejoneras abatiendo junto a su compañero Salvador Molina un jabalí posible oro, con 2,7 de anchura en las navajas, y un venado rozando plata, entre otras reses, ¡Ahí es nada!. El nº 2 de esta armada, puesto ocupado por José A. Navas, llegó con un venado bronce.

Otra armada famosa del Capturadero es El Rincón, a donde volvía el ilustre José Galán para intentar revalidar el título de Triunfador Absoluto de la Montería. Ocupaban también puerta en este cortadero monteros de la talla de Carlos Muñoz, Ignacio Iturbe o Emilio Jiménez, todos dispuestos a ponérselo difícil a los venados de la zona… y al propio Galán.

Carlos se hizo con dos bonitos venados, uno posible bronce, y jugó algunos lances a ciervas y jabalíes en el nº 4. Galán abatía una cochina en el nº 3, mientras que su vecino de puesto del nº 2 se venía bolo a la comida. Triunfaron finalmente en la armada Jiménez e Iturbe en el nº 1 con una excelente collera de venados, oro y bronce, como hemos comentado antes, y un par de ciervas.

Menos fortuna corrieron algunos otros compañeros de aventura a los que la suerte o la puntería no acompañó. Pepe Pérez falló dos cochinos en el nº 4 de Valverde y se vino bolo, Rafa López y Rafa Moreno tiraron 4 venados en el nº 8 de La Huerta cobrando sólo uno y pinchando otro, Javier Quilis erró un gran verraco y 3 venados a cual mas grande, todos medalla, en el nº 2 de El Mogo, J. A. Carnero y Luis A. Ruíz no jugaron lance alguno o Felipe Choclán, que se tuvo que conformar con ciervas en el nº 1 del Sopié. Lo típico de cualquier montería que sea MONTERÍA.

De esta manera, la tarde iba transcurriendo en la junta de carnes entre carrito de reses y felicitaciones, hasta que tocó recoger las últimas armadas, con la desagradable sorpresa de que los buitres habían hecho su agosto devorando literalmente 6 u 8 venados, que llevaron a la junta sólo con la cuerna y los pellejos. Es una barbaridad la hambruna que tienen estos pájaros y el daño económico que ocasionan en las monterías, pues las pérdidas han sido en este caso cuantiosas. Personalmente pude comprobarlo al ir a recoger uno de los venados de mi puesto, del que sólo habían dejado cuerna, pezuñas y pellejo.

En fin, que incidente aparte, Valle de San Juan nos volvió a dejar una montería sobresaliente con una media mejor que la del pasado año y mejores números, pues de 48 venados, 28 jabalíes y 39 ciervas del pasado año, hemos pasado a 64 venados,  25 cochinos y 27 ciervas, con una calidad media extraordinaria ( 17-20 medallas y otros tantos de buen porte),  y muchas emociones y vivencias para no olvidar jamás.

Porque en Valle de San Juan no hay término medio: O Carrasco, y chupas del frasco , …o Carrascosa, y te llevas el venado de tu vida. Ese ciervo «Carrascosaleño» con el que te vuelves a casa haciendo el “Maikeljackson” y más feliz que Galán en un avión.

Enhorabuena a ENCICAZA y propiedad por el excelente resultado cosechado y el gran día de caza que nos ofrecieron el pasado 26 de octubre.

En fincas como esta se reverdece la ilusión por MONTEAR y los lances y los trofeos saben mucho mejor porque están llenos de pureza y verdad. ¡Bendita montería. Bendito Valle de San Juan!. Hasta la próxima.

E.J.

FICHA DE LA MONTERÍA:

VALLE DE SAN JUAN- El Capturadero

ORGANIZACIÓN: ENCICAZA

Localidad: La Bienvenida-CR

Fecha: 26-10-2019

P: 40

RH: 35

Cupo: 2V +J +Cv

Tipo Finca: CERCADA. 3.000 has

Nº Has. Monteadas: 700

Resultado:  

V: 64 (17-20 medallas + 12-15 de 150-160 puntos)

J: 25 (5 navajeros- 1 posible oro)

H: 27