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PEÑAS ALTAS

ORGANIZACIÓN: CAZALSUR & Monterías y Ganchos ENTRE AMIGOS

Localidad: Villaviciosa de Córdoba- CO

Fecha: 26-1-2019

P: 34

RH: 27

Cupo: 1V+1MF+J

Tipo Finca: Cercada

Nº Has. Monteadas:

Resultado:  

V: 14

J: 34

MF: 0

H: 20

CRÓNICA de la Montería:

Crónica de un Barrigazo

El día 26 de Enero fue el elegido por Carlos Entreamigos y Cazalsur para montear la finca Peñas Altas, sita en Villaviciosa de Córdoba.

Estas dos orgánicas habían puesto toda la ilusión en esta finca, pues llevaba 6 temporadas sin ser monteada según decía la propiedad, y además pusieron toda la carne en el asador aportando comida a la mancha sin escatimar en gastos y haciendo todo lo que la propiedad y el guarda de la finca le proponían, hasta el punto de cambiar incluso la fecha de la montería por entender esta la más adecuada.

De esta forma todo estaba preparado para lo que iba a ser la Gran Montería de las Sierras Cordobesas de  esta temporada.

Se soltarían 27 rehalas de la zona, la gran mayoría conocedoras de la finca a cazar, en varias sueltas dirigidas por guías de total confianza de la guardería.

Se sortearon 34 puestos de los 40 que había marcados, quitando los que menos le gustaban a los organizadores para que cumplieran al 100%.

Los postores serían todos conocedores de la mancha y elegidos por la propiedad.

También nos acompañaban una serie de secretarios para que los monteros cumplieran los cupos, puesto que llevaban un cupo de 1 venado y 1 muflon más jabalíes libres, y algunos puestos iban con 2 venados.

Además se contrataron muleros suficientes y cargadores, todos ellos perfectamente organizados para que estuvieran las reses temprano en el cortijo de la finca y poder disfrutar así de un gran plantel.

La organización, tras un suculento desayuno en la nave Municipal de Villaviciosa ofrecido por el Catering de Piedrabuena, realizó un transparente sorteo y acto seguido nos dispusimos a sacar las armadas en dirección al cazadero.

No eran más de las 11h de la mañana cuando el capitán de la montería D Joaquín Fernández mandaba abrir los portones de los carros para soltar recovas.

Quince minutos más tarde el joven Juan Carlos Entreamigos mostraba el nerviosismo lógico de un orgánico responsable llamando a su padre e intercambiando opiniones de lo que se presagiaba. No le gustaba lo que estaba viendo. 

Pasaban los minutos y aquello nada tenía que ver con una mancha que llevaba seis años sin cazarse a cervuno y a muflones. Ya el padre de Juan Carlos Entreamigos, veterano de sierra, en la víspera de la montería veía que la mancha había dado un cambio negativo a lo que en rastro de jabalí y de reses se refiere, siendo menospreciada su experiencia  por la guardería de la finca, que auguraba la noche antes en una apuesta con la organización un resultado de 100 jabalíes, 25 venados y 10 muflones de gran porte. Convencido estaba el  hombre, presumiendo de conocedor de la finca durante muchos años. El que la lleva la entiende, que se suele decir. Y ahí quedó la apuesta con su pronóstico escrito en un papel.

Avanzaba la montería y Cazalsur y Entreamigos por las emisoras cambiaban impresiones llegando a la misma conclusión: ¡¡Nos han Pipeado!!!!!.

En esos instantes empezaba a desmoronarse un castillo de ilusión creado desde el mes de Mayo, que transmitimos a nuestros clientes y amigos, y veíamos impotentes como mientras avanzaba la tarde nada mejoraba, ahondando así en nuestra pena y preocupación.

La sensación que daba era de estar cazando una finca abandonada, dejada de la mano de Dios durante 6 años.

Se escuchaban ladras que se perdían por los portillos que tenía la finca abiertos por infinidad de sitios, en lugares donde apenas había acceso, y por donde se notaba que la guardería no había accedido jamás a ellos.

Ya sin más que hacer, y con la vuelta de las rehalas a sus carros, los organizadores temían lo peor, ya que ni los mismos rehaleros llamaban a Joaquín ni a Juan Carlos para  anunciarles que habían visto algún pavo en venado, muflón o jabalí. ¡Lo que faltaba, encima de escasas, mala calidad en las reses!. Menudo drama se avecinaba.

¡¡¡Qué habrá pasado Dios mío !!!!!, se preguntaban asombrados organizadores y monteros, quienes en sus puestos se aburrían como ostras.

Ya lo advirtió el más viejo de los organizadores en el mes de noviembre en presencia de la propiedad: ¡la finca está abandonada, la calidad es Cero y no hay tantos guarros como dicen!. De hecho quiso tocar a retirada y no lo dejaron. La propiedad dijo entonces lo típico: “ ¡De mi casa no se va nadie descontento !”,  mientras que el guarda  apuntaba que quien conocía de verdad la finca era él, y sabía perfectamente lo que en la mancha había, por lo que tenían que confiar más en el equipo de guardería y en la propiedad, lo que calmó a los organizadores un poco.

Empezaron a sonar las caracolas y comenzaron a escucharse los primeros coches camino a la comida. Todo apuntaba a fracaso. ¡Madre de Dios, ….que ruina!. ¡Después de tanto trabajo, dinero e ilusión puestos en esta montería…!

Al momento llegaban los primeros monteros al cortijo de la finca. Los rostros lo cantaban todo. La organización, la única labor que tenía en esos difíciles momentos, era intentar calmar a sus amigos y consolarles del enorme barrigazo que se había pegado en Peñas Altas. ¡Porque aquello era un BARRIGAZO con Mayúsculas!. Una auténtica tomadura de pelo. Demasiado respeto mostraban los monteros, ¡que no disfrutaron ni de la comida que nos ponía Miguel de Piedrabuena!.

Al rato comenzaron a llegar las reses y el drama se consumaba: solo llegaban venados pequeños y marranos de 30kg. Los  GRANDES trofeos de venado y muflón que nos aseguraban tenía la finca brillaban por su ausencia. Sólo había en el plantel un venado bonito y un navajero, con 13 venados más de montería y 34 jabalíes. Completaba la junta de carnes una veintena de ciervas.

¿Dónde están los muflones muy buenos que avistaba el guarda día tras día?…¿Y los pavos de venados que veía en la Armada de La Infanta o en el Cerro las Cruces?…

Todo era una Gran Mentira. ¡Jugar con la ilusión de dos orgánicos que lo habían dado todo y con el dinero de 34 monteros que habían confiado en ellos!.

Y lo que más nos sorprendía era que caía la tarde, y casi llegaba la noche, y la propiedad no daba la cara.

Ya anochecido, cuando la tarde cayó y solo quedaban allí el personal de trabajo y los organizadores apareció el propietario invitándonos a pasar al Cortijo de la finca, a su casa “de la que nadie se iba descontento”.

Cambiamos impresiones sobre lo que había pasado y los puestos que habían fallado en su cupo, advirtiendo a Don Jesús que la finca no tenía culpa de lo sucedido, y que a nuestro entender todo recaía de una guardería que no había hecho bien su trabajo, vendiéndonos a todos, propiedad y organizadores, una cosa que nada tenía que ver con la realidad de la finca.  

Tras la charla mantenida la propiedad nos contestó que iba a dar la cara, lo que calmó nuestro nerviosismo, ya que teníamos que responder ante un buen número de clientes y amigos que se vieron estafados en esta montería.

Despidiéndose de nosotros, nos invitó a dejar su casa hasta la semana siguiente, para  que él viera los apuntes de los secretarios.

Y así pasaron las semanas hasta que a los dos meses el «dar  la cara» consistió en darle la mitad de lo que le correspondía a la organización, teniendo que sufrir está la compensación de todos sus monteros para que estos salgan contentos y nos sigan acompañando en futuras monterías. Lo de siempre. Al final los platos rotos los paga el orgánico responsable, y la caza (en este caso la no caza) y el dinero se quedan en la finca, eludiendo esta su responsabilidad al no atender en su justa medida la demanda de quienes fueron engañados.

Llegamos a Peñas Altas con la ilusión de quedarnos en ella muchos años, y coger además El Santo, la otra finca que tiene esta propiedad en Ciudad Real, y nos fuimos con la moral por los suelos, la ilusión rota y la cartera vacía, pues las compensaciones a las que hemos tenido que hacer frente duplican el dinero recibido por la propiedad. Se nos vendió lo que no había, se nos convenció para que nos quedásemos cuando dijimos que no veíamos en la finca lo que nos aseguraba la guardería, y no se nos recompensó en su justa medida como nosotros si tuvimos que hacer con nuestros clientes. Ya puede decir la propiedad sin temor a equivocarse que de su casa “ya hay quien se ha ido descontento”. Si no que se lo pegunten a los 34 monteros que la “cazaron” el pasado 26 de enero o a Cazalsur y Monterías y Ganchos Entre Amigos, las organizaciones que vendieron sus puestos.

En resumen: Barrigazo en  Piedras Altas, una finca que acaba con la ilusión de una joven orgánica como Entreamigos y deja tocada a la veterana Cazalsur, y nos deja entrever la realidad de una montería en la que se ha perdido el respeto al dinero, al montero y a la honestidad de los que intentan trabajar dignamente organizando monterías. Desde Cazalsur y  Monterías y Ganchos Entreamigos reiteramos nuestras disculpas a los monteros por lo ocurrido y aquí nos tienen para lo que necesiten.

Fdo.

Juan Carlos González Cortés ( Monterías y Ganchos Entre Amigos) y  Joaquín Fernandez ( Cazalsur)