Crónica Los Morenos- Robledo Caza.

Una montería…¡MONTERÍA!.

Y volvieron las monterías, y volvieron como a nosotros nos gusta, con sus migas en el campo por la mañana, sorteando como toda la vida, contando los lances en torno a la comida… que si lo bien que maté el cochino o lo complicado que tiré esa res que se fue, con las risas, con los amigos, los reencuentros. Montería en su pura esencia. Se echaba de menos!

Yo no sé qué tiene esto que cada año estoy más nervioso. Y eso, que con el campo estaba tranquilo. Si, si, estaba confiado en la cacería, dentro de lo que una finca abierta permite estarlo. La noche antes a la previa, a la cabeza le dio por dar más vueltas de la cuenta, además de las preocupaciones típicas, ocupaban mi mente tres puestos: el bueno, el feo y el malo, como la película.

En el «bueno», el monte se había comido el tiradero. El » feo», veía poco. El «malo», pegado a una malla cinegética con pocas vistas y que últimamente no tiraba

Ocupaciones de la menta aparte, allí estábamos un año más, en Malcocinado, rodeados de nuestros fieles monteros para cazar Los Morenos.

Puntualidad de los cazadores, para poder desayunar a las 8:00h y a las 8:30h sortear, con la intención de ganarle la partida al calor, algo que se antojaba complicado.

Los Morenos es una finca que tiene muchas huidas naturales, zonas con poco monte y donde es muy importante coordinar las armadas para cerrar bien. Con esas, Fernando colocó el cierre de La Noria, con un solo puesto y a partir de ahí el resto.

Reses intentando salirse y primeros tiros salpicaos, principalmente al entrar las traviesas. No era el aluvión de tiros de otros años en los limpios.

Pasadas las 11:00h se soltaron los perros. Este año con alguna novedad en las sueltas.

Presumíamos que habría cochinos y por ejemplo en el cerro de Las Parras, muy querencioso para ellos, donde salen y vuelven a sus encames, hubo una rehala dando vueltas toda la mañana. Creo que fue un acierto. Y así fue avanzando la montería en un día de mucho calor, con los bichos más metidos en el monte que en anteriores ocasiones.

Los tiros se sucedían por todas las zonas, y los lances parecían propios de estar metidos en mitad de temporada, es decir de inicio a final. Fue una montería constante y bonita, de muchas ladras hasta las 3 de la tarde y con cerca de 30 grados. Caza había mucha y los rehaleros y perros hicieron un trabajo sencillamente espectacular, cazando como nunca. Escuché muchos » ahí va el guarro pábajo «, » el venao grande pátrás «, » ahí lo llevas «, » pal puesto del regajo «,seguidos de tiros secos, de disparos rápidos, de perros que mordían, de ladras que se perdían… No hay música más bonita para un aficionado. ¡ Esto es el espectáculo de la Montería¡.

Sonaban las caracolas, con la sensación de que habíamos dado una buena montería. Tocaba remangarse, marcar reses, arrastrarlas, sacarlas de los barrancos, mientras los monteros iban llegando a la comida en el cortijo de los Alegres.

El resultado final fue de 33 cochinos, con 7 buenos machos (bocas como le llaman ahora ), y 1 posible medalla, 26 venados, 9 de gran porte, entre 12 -16 puntas , con 1 para medir, y 4 ciervas de gestión.

Hubo varias armadas muy destacadas, como Las Parras (sobre todo en cochinos), El Chopo, La Era del Cura o Los Alegres, con puestos excepcionales, uno de ellos con 4 jabalíes abatidos, otro con 2 cochinos y 2 venados, varios de 3 reses, uno de tener 9 lances, etc., pero lo que más me agrada es que algunos puestos que no han sido destacados en ocasiones anteriores este año han triunfado. Amigos, así es la caza y este es su encanto.

Otra gran satisfacción es que se estrenaron 3 nuevos monteros, dos jóvenes y una chica. El relevo está garantizado. Enhorabuena a los tres por ese gran momento.

Respecto al bueno, al feo y al malo….El «bueno” le toco a un experimentado montero y se hizo con 3 cochinos, navajero incluido. El » feo «, vio como sus vecinos de izquierda y derecha abatían 2 venados importantes y el » malo «,….del malo mejor ni hablar. Lo dejamos vacío y saltaron 3 venados por allí la malla, uno de ellos de los grandes que teníamos controlado, y para colmo nos lo refregó por las narices, siendo testigo el postor, los rehaleros y Fernando. Lo repito, la Caza y sus cositas.

Amigos, este año hemos eliminado puestos, marcado alguno nuevo, nos hemos dejado aconsejar por los perreros y su experiencia de años anteriores, por comentarios de los monteros, del guarda…..aun así seguro que nos habremos equivocado, pero esto es la vida » intentar mejorar «.

Respecto a las personas, » chapeau «:

*Los Rehaleros, no tengo palabras para ellos. Se han batido el cobre. A alguno incluso acabando la montería lo hemos hecho volverse para ese último gran venado rezagado que se quedaba

*Mi agradecimiento a Adrián Tena, hijo del guarda de toda la vida, que a su afición le ha unido constancia y trabajo.

*Postores, sacadores y muleros que han echado el resto.

*De mi padre, el Sheriff, qué decir del patriarca..¡¡¡, no sé cuantas horitas le ha echado al campo

*De Fernando, me quedo sin palabras. Pone la armada más complicada, entra de guía con los perros radiando la montería a la perfección a los puestos, saca 30 reses con el carro y encima está al servicio de todos.

*Fernando padre, sacando reses, otro crack.

*Y no quiero dejar atrás a mi familia, que aguanta mi inquietud todos los años, con una alegría adicional este año para mi y es que mi hijo Antonio ha vuelto al mundo de la montería y que mejor forma de hacerlo que entrando con las rehalas en el monte.

Feliz, por el resultado, pero sobre todo por este gran ambiente que hay, al que siempre me hacéis mención y por vuestros comentarios tan cariñosos. .

Por nuestra parte, a corregir errores y a seguir haciendo las cosas con humildad, eso sí con mucha ilusión y pasión.

Como dice un amigo que conozco mucho y con el que paso muchísimas horas, en su libro » La caza y yo, Momentos de una vida «, la caza está de nuestro lado, vivimos una afición inigualable.

Un abrazo. Antonio Robledo