MONTEROS DE SOPETRAN SUMA Y SIGUE
El restaurante Los Olivos, en El Cruce de las Herrerías, término de Alcuescar, era el lugar indicado por Antonio Pavón para realizar la junta de sus monteros en esta mañana nublada a rachas.
Con un tiempo típico de noviembre, con sol y nubes a rachas, amanecía en dicho lugar, donde los habituales de Monteros de Sopetrán acudían ilusionados a resarcirse de la jornada anterior, echada a perder por los amigos de lo ajeno, que se habían encargado de mover los animales.
Pero este era otro día y eran otras ilusiones, por lo que, con gran celeridad, se presentaron a filas a las nueve de la mañana.
Sobre las nueve y media, tras presentar toda la documentación a los Agentes del Seprona que hacían sus labores rutinarias, daba comienzo Antonio Pavón al sorteo de posturas que, una vez más, de la mano de las bolas del bingo iría repartiendo suertes y colocando a cada montero en el mapa de la montería.
En esta ocasión se cazaba tan solo la finca de Los Frontones, aunque habitualmente se daba junto a Los Morrones, por lo que había muchas menos posturas y la distribución se iba a realizar de forma más rápida.
A las diez y media estábamos todos los monteros en nuestras posiciones, y a las once y diez se abrían los portones de las rehalas en las distintas sueltas que se iban a realizar.
Algunos disparos se habían escuchado ya antes de la suelta sobre algunos venados que, inquietos, se habían molestado por la entrada de traviesas y rehalas al cazadero, teniendo noticias ya de algún abatimiento de importancia.
Tras la suelta, un extraño silencio se apoderó de la mancha, aumentando la inquietud que Antonio tenía en los momentos previos al sorteo, y que manifestaba públicamente ante los allí presentes, pero todo se resolvió satisfactoriamente cuando las rehalas dieron con los encames.
El tiempo, que había azotado a la mancha durante los días previos a la montería, había concentrado los encames en las quebradas más reservadas del aire, lo que motivó que estuvieran los animales muy concentrados.
A pesar de ello, perros y perreros se encargaron de romper esos núcleos y repartir la caza en las distintas armadas, que fueron desgranando lances resolviéndolos con suertes dispares.
Los disparos fueron escuchándose espaciados en el tiempo, al compás de las ladras, lo que hizo que la jornada pareciese un baile, una montería con tiempos de libro, perro a parado, ladra y disparo, y vuelta a empezar.
Así, hubo monteros muy afortunados abatiendo tres jabalíes y un venado, dos venados y un jabalí, tres jabalíes, algunos con dos y muchos con uno abatido.
Sobre las dos llegaban los perreros a los furgones y se daba por concluida la jornada, retirándose los monteros en esta ocasión a la corchera del Cruce de las Herrerías, donde les esperaba una magnífica comida mientras llegaban los remolques con la caza.
Sin darnos cuenta, a las tres y media estábamos todos comidos y con el plantel conformado, mostrando un total de 9 venados, con dos de ellos de importancia, y 34 jabalíes, destacando entre ellos dos navajeros, uno de ellos al que habría que echarle el metro, una pena que le faltase una de las amoladeras.
Sin duda, otra magnífica jornada para Monteros de Sopetran, que suma y sigue bordando otra temporada para enmarcar.
FICHA DE LA MONTERÍA
MONTERÍA: LOS FRONTONES
ORGANIZACIÓN: MONTEROS DE SOPETRÁN
Localidad: Alcuéscar (CC)
Fecha: 17/11/2024
P: 40
RH: 10
Cupo: Libre
Tipo Finca: Abierta
Nº Has. Monteadas: 400
Resultado:
V: 9
J: 34 (2 navajeros)