«Nunca es donde, sino con quien».
Con los nervios propios de quien vuelve a casa tras un tiempo ausente por motivos ineludibles. Así se sentía quien suscribe estas líneas, sabiendo que volvíamos a cazar juntos Raúl Marquez y yo, Juan Cándido Rojas.
Tras un par de años sin oportunidad de hacerlo, a veces por obligado cumplimento y otras por circunstancias ajenas a nosotros mismos, llegó el día. Y eso que la semana antes tuvimos que suspender El Madero, montería planificada para el día anterior, y con ello comenzaron de nuevo las dudas, ya que habíamos planteado un bonito fin de semana montero para nuestros clientes y amigos.
¡¡Pero esta vez no!!. No había motivo para no estar juntos y hacer lo que más nos gusta: cazar, y hacerlo entre amigos.
Ambos hemos conseguido tener un grupo de clientes/amigos, que son fieles a nosotros, al igual que intentamos nosotros estar siempre a la altura de lo que ellos se merecen.
Misma filosofía de trabajo, mismos principios, misma escuela y misma pasión.
Siendo uno de Argallon y otro de Los Barrios, pero muy semejantes en todo y muy distintos en tan poco.
¿Casualidad?. ¿Destino?…. ¡No lo sé!. La realidad es esa y punto.
La Palmilla se comportó como la ocasión merecía. No ocurrió ese símil taurino de “salió el toro y todo lo descompuso…”.
Días antes, en la última visita a la finca, nos gustó muchísimo la cantidad de rastro que observamos, y José el Guardita, nos aventuró algo de los que nosotros intuimos sin necesidad de confirmación: ¡¡La mancha, estaba hasta la bola de Guarros!!.
Pocas veces, por no decir ninguna, he visto tantos jabalíes monteando una finca en abierto.
Cuando sobre las 11:40h de la mañana Raúl se dirigió a todo el equipo por la emisora para realizar la suelta, tengo que reconocer que tuve algunas dudas.
Los monteros llevaban algunos una hora colocados y no se había oído un solo disparo. Pero ese atisbo de desolación duro 10 minutos. Los que pasaron, hasta que los perros salieron de los camiones, carros y pickups.
Y luego pasó lo que pasó. Un auténtico disparate.
La mano que llevábamos de la rivera, una auténtica locura. Por las emisoras no paraban de oírse levantar guarros de sus encames. Tal fue así, que D. BRÍGIDO MARQUEZ, ( Si!!!, Así, de Don y en Mayúsculas), dejo atrás eso de meterse chinitos y/o palitos en los bolsillos para contar lances o carreras. Hubiese necesitado ayer unas alforjas…..
Ahora ya todo es más moderno y cómodo, y con el contador manual contabilizó la friolera de 170 lances. Entendiendo que el 98% eran a jabalíes, lo que nos da una dimensión de lo que se vivió en La Palmilla.
Puestos con 8, 9 y 10 lances.
El único “pero” lo puso la zona de El Castillo, muy floja con respecto al resto de la finca. Aunque con lo demás había para no aburrirse.
A las 14:30h, cuando llegué al alto de Las Chozas y me encontré con Raúl y Brigido, nuestras caras lo decían todo.
Se cazó hasta las 15:10h, cuando dimos por finalizado la montería, no sin antes agradecer a las rehalas el magnífico recital que nos habían ofrecido.
En el camino de regreso a la casa de la finca las caras de los monteros eran de felicidad absoluta, aunque fuimos comprobando que algunos de ellos no habían estado demasiado acertados en las posturas. Algo que no tiene más importancia, pues es solo resultado.
Y es que estamos últimamente dando más importancia a los números que a lo realmente vivido. Y lo que ayer respiramos en La Palmilla fue MONTERIA en su pura esencia, cazando en abierto.
Agradecer a todos los monteros vuestra asistencia, y a todos los que son parte fundamental de la montería, y sin los que no podría transcurrir una jornada de caza colectiva.
Nos vemos muy pronto de nuevo en el monte y de Montería.
«Nunca es donde, sino con quien».
FICHA DE LA MONTERÍA
MONTERÍA: LA PALMILLA
ORGANIZACIÓN: SERVICIOS INTEGRALES DE CAZA & MARCAZA SC
Localidad: Villanueva del Río y Minas-SE
Fecha: 20-11-22
P: 65
RH: 20
Cupo: libre
Tipo Finca: Abierta
Nº Has. Monteadas: 560
Resultado:
V: 3
J: 35 (7 navajeros)
