Los fallos, protagonistas del día.
Muy buena de venados estaba la mancha de Gonzalo Gil, monteada el pasado 28 de noviembre por los Monteros de Encinasola. Una montería a la que no acompañó el resultado final por los múltiples fallos de los cazadores.
En una mañana fresca y húmeda tras las lluvias del día anterior, Paco Berjano y Antonio Boza congregaban a los 38 monteros que iban a cerrar la mancha. Tras el reparto de puestos y el rezo a la Patrona se dio salida a las armadas, y ya los monteros del cierre que montaba Manolo vieron como un espectacular venado de 18 puntas se vaciaba de la mancha camino del Campillo al oír el trasiego de los todoterrenos. La calidad del animal era excepcional, según comentaban los cazadores al terminar la batida, lo que aumentó la ilusión de los allí presentes, que saben que esta mancha alberga siempre grandes sorpresas.
Colocados los cierres entraron las traviesas y al momento las rehalas soltaban colleras, pero limitando el número de canes por suelta, ya que se habían quedado algunos cochinos mansos en una parte de la finca por haberse escapado tras recogerlos el día antes, y por deferencia con la propiedad, para evitar un más que probable apresamiento de los ibéricos, cada rehala soltó menos perros de los que llevaban, lo que redujo en parte la fuerza canina en el monte.
A pesar de ello, los canes hicieron su trabajo y pronto dieron con las primeras tropas de venados y se producían los primeros lances de la montería.
Así, en la armada de Manolo Pirri, entre los 7 puestos tiraron 6 venados, fallándolos todos. El puesto número tres tiró dos venados, uno de ellos espectacular con 16 -17 puntas, y en el resto de la armada se tiraron los otros cuatro venados, yéndose a criar todos ellos.
En la armada de Javi tiraron también casi todos los puestos. El número uno tiro un venado y por fortuna se hizo con él. El número dos, ocupado por Manolo Mendizábal, tira tres venados, y todos se fueron a criar. El número tres, ocupado por Salvador Rubio, se hizo con un bonito guarro y un buen venado. Al número seis le entra un venado que no puede tirar por miedo de tiro rasante, y el número siete tiro un buen venado y se le fue pinchado, dando bastante rastro de sangre. Se está pendiente a ver si puede ser cobrado.
En la armada del Monje tiraron varios puestos de los ocho que la componían, cobrando Fermín Cortés un gran venado. Por el puesto número siete, que queda libre, se salió un cochino sin que nadie lo tirara.
En la armada del Río se salió cuando se estaba montando otro buen venado abierto, precioso, con unas dieciocho puntas según comentan los monteros. Y es que como decimos, la mancha estaba muy buena de reses y con varios venados importantes.
El resultado final fue de siete venados, tres muy buenos para ser una finca abierta, y tres jabalíes, con un navajero y dos cochinas.
Una pena no haber estado más finos con las armas, pues había mucha caza y buena. Apenas hubiéramos tenido un poco mas de puntería se hubieran cobrado más de 15 venados y varios cochinos más, pero cuando no puede ser no puede ser, y además es imposible. Ahí están para la próxima montería. Una pena.
FICHA DE LA MONTERÍA
MONTERÍA: GONZALO GIL
ORGANIZACIÓN: CD MONTEROS DE ENCINASOLA
Localidad: Encinasola-H
Fecha: 28-11-2020
P: 38
RH: 12
Cupo: V+J
Tipo Finca: Abierta
Nº Has. Monteadas:
Resultado:
V: 7 (3 destacados)
J: 3 (1 navajero)
H: