Crónica Barreras del Alcornocal – Lances de Altamira

El sábado nos dispusimos a cazar Las Barreras del Alcornocal, en el término de Anchuras.

 

Allí nos reunimos los lanceros, todos unidos a una, para volver a cazar a nuestro estilo. Tanto es así que al terminar las normas y demás puntualizaciones mis lanceros rompieron en un tremendo aplauso que me llegó al corazón.

 

Agradecer desde aquí al José Martín Campos, el guarda, su trabajo y dedicación todo el mérito es suyo.

 

Sorteamos con todos los puestos en la mesa uno por uno.

 

Salida rápida al campo, tal vez demasiado rápida, por lo que al haber tanto movimiento de coches se nos salieron algunas reses. Saltamos a las 12 en punto.

 

Se oyen algunos disparos sueltos pero no hay alegría… un tanto de incertidumbre se apodera de mí.

 

Pasan esos momentos de angustia cuando llegamos con las rehalas a lo apretado de la mancha y empieza un sinfín de ladras acompañado del celestial estruendo de los rifles, sonaban tiros certeros rifles de monteros con experiencia, tiros de matar caza más de 300.

 

Muchos Lances diferentes y bien rematados.

 

Los cochinos empezaron a dar la cara.  ¡Ojo que sin fin de ladras! ¡Qué gran trabajo de las rehalas!, sin mencionar a ninguno por que todos fuisteis parte del éxito de este día.

 

Avanzamos lentamente porque las ladras se empalmaban unas con otras y los perros no volvían, un trabajo de presión digno de elogio. Los cochinos no tuvieron otra q salir a las mondas y allí jugar sus lances los monteros unos para bien y otros no tanto.

 

En fin, poco a poco, llegamos a la frontera de la montería lindando con las tercerías.

 

Una vez llegado al cierre y traviesa de las barreras solo había q ver la cara de los monteros todos sonriendo con una alegría contagiosa. La recogida rápida, todo de día en el plantel.

 

Dar las gracias a los postores y gentes de Anchuras por recoger así y hacer un buen trabajo.

 

Lanceros gracias por vuestro apoyo seguirán hablando de nosotros por mucho tiempo.