Son la piedra angular sobre la que está montado todo el negocio de la caza en España. Los que asumen riesgos y responsabilidades. Los que dan trabajo y generan riqueza en los pueblos y zonas más deprimidas de nuestra Península. Los que se juegan su prestigio y su patrimonio cada fin de semana a cambio de un hipotético beneficio, para nada asegurado, que en muchas ocasiones no da para cubrir gastos, improvistos o compensaciones. No todo el monte es orégano en el gremio de los “orgánicos”, como algunos les llaman, ni todos los organizadores son unos chorizos como algunos quieren hacer creer. Todo lo contrario.
Por suerte para el sector cinegético español, nuestros organizadores de caza están cada vez más profesionalizados y prestan mejores servicios, llegando a alcanzar muchos de ellos la excelencia en cuanto a buen trato y atención con sus clientes, ofreciendo la mejor relación calidad-precio del mercado para que el cazador repita la experiencia y siga cazando en nuestro país.
No existe el organizador perfecto, como tampoco existe la montería perfecta, la rehala perfecta, el montero perfecto ni el podenquero perfecto. Sólo existen profesionales honrados que trabajan honestamente para buscarse su sueldo, y que dan la cara ante cualquier adversidad (la inmensa mayoría), y especuladores que han aterrizado en el mundo de la caza en busca del lucro y la riqueza, sin el más mínimo escrúpulo y sin importarles lo más mínimo la caza, el medioambiente o los cazadores. Pero estos duran poco y se les ve venir. Por sus hechos los conoceréis. Por fortuna son habas contadas, y ni son, ni representan al colectivo de profesionales de la caza en España.
Y en cuanto al “sanbenito” que se les ha colgado a los organizadores de ser empresarios adinerados que sólo buscan el beneficio y su enriquecimiento personal ¡ni por asomo!. Todos están en este negocio intentando buscar una ganancia, sin lugar a dudas, pero no conozco a ni a un solo organizador de caza millonario. ¡Ni a uno!. Más bien todo lo contrario. Muchos le ponen dinero de sus otros negocios a la caza porque aquí dos y dos nunca son cuatro, y para que te salga una montería bien empatas otras tres y pierdes en otra. Y el que no se crea estas palabras ¡ahí está el tajo!. Lo digo por experiencia propia tras cuatro años ejerciendo estas labores en el monte.
Por todo eso, por su papel indispensable como motor económico de la caza en España, por el riesgo empresarial que corren en un sector tan imprevisible y donde afectan tantos factores como es el cinegético, por su valentía y su apuesta por una actividad tan necesaria social y medioambientalmente, por su papel dinamizador y fijador de poblaciones en zonas rurales y por su cada vez más alto grado de profesionalización…
Esta temporada
¡CAZA POR TI, CAZA POR ELLOS!
#cazopormicazoporellos