Son decenas de miles los alojamientos rurales, hospederías y hoteles que repartidos por toda nuestra geografía acogen cada fin de semana a cientos y cientos de cazadores nacionales y extranjeros que vienen a practicar cualquier tipo de modalidad cinegética, tanto en caza mayor como en caza menor, en las zonas rurales más necesitadas de nuestro país, encontrando en ellos el alimento y el descanso necesario para acometer al día siguiente la ilusionante jornada cinegética con fuerza y ánimo.
De igual manera, son legión los hombres y mujeres del campo, autónomos y pequeñas pymes, que a través de su servicio de catering y de su trabajo personal como restauradores ofrecen sus servicios en monterías, ojeos y demás actividades cinegéticas.
Camareros, cocineros, pinches de cocina, recepcionistas, dueños de hoteles, hospederías y casas rurales, empresas de catering, así como todas las empresas vinculadas a la restauración y la hospedería (tiendas de alimentación, bebidas, industrias cárnicas, limpieza…) dependen de nuestra decisión de cazar o no, por lo que en juego está el futuro de sus familias y la viabilidad de sus empresas, además de miles de puestos de trabajo. No podemos dejarlos tirados.
Esta próxima temporada
CAZA POR TI, CAZA POR ELLOS
#cazopormicazoporellos