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REFLEXION DE UN CAZADOR A LOS ANIMALISTAS

Por Carlos Sanchís. Cazador

 

Con respecto a los que se consideran animalistas y contrarios a la caza me gustaría haceros algunas reflexiones, porque muchos días me pregunto por ese afán que tenéis en imponer vuestras ideas al resto de la sociedad y con mucha más fuerza al colectivo de los cazadores.

Os empeñáis en intentar convencer a este colectivo que dejemos de cazar, según vosotros porque no hay que hacer sufrir a los animales, porque no es necesario comer carne, porque no hay diferencias entre un animal y un ser humano, y alguna que otra teoría de lo más radical un tanto surrealista, como que os satisface más que muera un cazador a que muera una pieza cinegética.

La verdad, es que ante estos macabros argumentos que puedo decir, casi me dejáis sin palabras, vamos, que lo que no ha conseguido la naturaleza en millones de años lo queréis conseguir vosotros en tan solo unas décadas, que no es otra cosa que humanizar a los animales.

Mirad, estoy convencido que las reflexiones y argumentos que voy a plantearos nunca los podréis entender, ni mucho menos aceptar, porque carecéis de un gen que en consecuencia os obliga a comportaros de manera opuesta a cualquier depredador, pero también os digo que vuestros argumentos jamás podrán tener el suficiente peso convincente como para que un cazador deje de cazar.

Decís que vosotros no queréis que se sacrifique a ningún animal de este planeta, aunque sería bueno recordar en estos momentos que los animales se mueven y se comportan por instintos y no por sentimientos, como lo hacemos los seres humanos.

No tienen conciencia ni del bien ni del mal, ni de la vida ni de la muerte, pero sin embargo decís que sufrís y padecéis vosotros mismos al conocer que se ha cometido un “asesinato” como vosotros lo llamáis.

Entonces me pregunto ¿hasta donde llega vuestra coherencia de sufrimiento y padecimiento sabiendo que cada minuto del día y de la noche un león de la sabana o un lobo del bosque o un águila en cualquier lugar, se dispone a ejecutar sus instintos más básicos, que no son otros que el de cazar para sobrevivir, y eso significa arrebatarle la vida a cualquier otro animal que esté por debajo del estatus social que imponen las leyes de la naturaleza?, ¿o quizás vuestra hipocresía llega tan lejos que solo sufrís cuando la cacería se realiza por un ser humano?, ¿acaso sufre de diferente manera, o tiene más o menos derecho a la vida un animal cazado por un depredador salvaje que cazado por un ser humano?. ¿No será que vuestros sentimientos hacia los animales son tan sensibles e increíblemente infantiles, que no llegáis a comprender la pura realidad de la vida, y que vivís en un mundo irreal, en un mundo Dísney donde los animales tienen sentimientos como los humanos e incluso hablan como en los dibujos animados?.

¿Será que parte de vuestro cerebro no se ha desarrollado convenientemente y se quedó en los 5 o 6 años cuando visteis vuestra primera película de Bambi, en el que un malvado cazador mataba a la madre de un cervatillo y vosotros sentisteis la necesidad de proteger y suplir las carencias de ese animal que se quedó huérfano y sentís también la obligación de ser los protectores de todos los animales?…, pues os diré que ese mundo que os habéis creado no existe y que deberíais intentar salir de ese mundo irreal y que comprendáis que tan solo era una película animada.

Todo esto no os da el derecho a imponer vuestras creencias al resto de vuestros semejantes, que por supuesto no piensan como vosotros, como tampoco os da derecho a intentar prohibirle a un depredador que deje de cazar, porque jamás lo hará.

La batalla de acoso y derribo que habéis iniciado contra nuestro colectivo, ambas partes sabemos que se irá ganando o se irá perdiendo en las urnas, está claro que es una cuestión de votos y si en el transcurso del tiempo las leyes por desgracia se pusieran en nuestra contra y llegaran a impedir la caza en España, no nos quedaría otra que desarrollar nuestras jornadas cinegéticas en otros países, pero pienso que en este hipotético caso muy poco habríais ganado porque seguiríamos ejerciendo nuestra pasión en otros lugares más o menos remotos. Nací cazador, soy cazador y aunque consiguierais mil millones de votos moriré cazador.

También sería conveniente que reflexionarais con las palabras difundidas por nuestra amiga ya fallecida Mel Capitan, que decía que la gran diferencia como personas entre vuestras ideas y las nuestras es que aunque vosotros nos deseéis la muerte, ningún cazador desea la vuestra, porque a nosotros nos enseñaron de pequeños que no hay nada más valioso en este mundo que la vida de un ser humano, pero no se lo que habéis aprendido vosotros para llevar tanto odio dentro de vuestros corazones hacia un colectivo milenario como es el de la caza.

También me gustaría que os quedase bien claro que para que un cazador dejara de cazar solo hay dos posibles fórmulas para que esto suceda, la primera y muy complicada que seáis capaces de separar de nuestro ADN un gen que llevamos en lo más profundo de nuestro ser y que nos ha sido transmitido de generación en generación por nuestros ancestros durante los últimos cientos de miles de años. La segunda opción es que de alguna manera seáis capaces de arrebatarnos la vida, porque de no ser así, jamás dejaremos de cazar.

Soy de la opinión de que si se dejara de cazar, en un tiempo no muy lejano sería el principio del fin del ser humano y llegado a este punto, no estaría de más que todos recordaseis un poco de historia y no renegaseis de vuestros orígenes, puesto que la raza humana le debe todo su desarrollo y todo su potencial, así como su estatus social entre todos los animales de este planeta, gracias a que el homo sapiens sapiens desarrolló con gran destreza el arte de la caza.

Porque de no ser así, hubiese sido sucumbido por otras especies más fuertes y más grandes que él. Gracias a la caza, que le proporcionó las proteínas necesarias para desarrollar ese pequeño cerebro que poseía, en un cerebro más grande y potente para que en el transcurso del tiempo fuese el mayor depredador de nuestro planeta. En consecuencia, nosotros somos un fiel reflejo de nuestros antepasados, aunque para mi vosotros sois un incierto reflejo de vuestros antepasados. Si siempre hemos sido cazadores ¿Por qué ahora tenemos que dejar de serlo?.

Y para terminar deciros que estas reflexiones y estos argumentos no representan a todo el colectivo de cazadores, puesto que no soy el presidente de nada ni de nadie. Mis palabras solo representan a mi persona y a todo aquel cazador o no, que quiera hacerlas suyas.

Un saludo a todos de un simple cazador, orgulloso de serlo.

Carlos